El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1054
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1054:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Una vez sentados, Buitre ignoró las miradas ocultas y fue directo al grano. —La familia Hopkins tiene una red muy enredada. Créeme, no te conviene meterte en este lío.
Hablaba sin segundas intenciones. Si las tenía, era simplemente la esperanza de que Corrine no se metiera en problemas.
Corrine dio unos golpecitos con los dedos en la taza de café mientras daba un sorbo. «Tengo mis razones. No puedo quedarme al margen».
Vulture se quedó en silencio.
La observó atentamente, con la mirada aguda, como si intentara captar el más mínimo cambio en su expresión.
Tras una larga pausa, suspiró y tragó saliva. «¿Estás segura? ¿No quieres reconsiderarlo?».
Corrine dejó la taza sobre la mesa y respondió con calma: «Una vez que tomo una decisión, no miro atrás».
Su voz era informal, pero había un tono firme y decidido en ella.
Por un breve instante, Vulture recordó aquella madrugada en la que Corrine había decidido marcharse.
En aquel momento, pensaron que solo era un impulso pasajero, algo sobre lo que podría cambiar de opinión después de dormir bien.
Pero cuando llegó la mañana, lo único que quedó fue una carta.
En unas pocas líneas, resumió el año que habían pasado juntos y luego desapareció sin dejar rastro, como si nunca hubiera estado allí.
Después de lo que le pareció una eternidad, Vulture apartó esos pensamientos y soltó una risa suave. —Está bien, siempre te mantienes firme en tus decisiones. Ya que lo has decidido, no te insistiré. Pero, para que lo sepas, el lío en la familia Hopkins es peor de lo que crees. Será mejor que estés preparado.
Hawk intervino con una sonrisa, diciendo: —¿Qué hay que temer? Nuestra Corrine es una fuerza a tener en cuenta. Si alguien debería estar preocupado, son ellos. Incluso si las cosas se tuercen, ¡te cubrimos las espaldas!».
Aunque lo dijeron en broma, estaba claro que apoyaban a Corrine sin dudarlo.
Corrine miró a los dos, y sus ojos se suavizaron con una sonrisa tranquila.
Después de despedirse de Corrine, Vulture y Hawk se fueron a sus habitaciones.
Una vez que se refrescaron, se recostaron contra las cabeceras de la cama y se pusieron a mirar sus teléfonos mientras hablaban del accidente de coche que había ocurrido en el cruce con Corrine y Nate.
—¿Crees que ese accidente iba dirigido a Nate o a Corrine? —escribió Hawk, dándole vueltas a los posibles motivos. Dado el lío con la familia Hopkins, no podía evitar preguntarse si había algo más detrás del accidente.
Si iba dirigido a Nate, ¿no debería haberse manejado con más discreción? Habían sido pacientes durante años. No tenía sentido precipitarse justo cuando Nate había vuelto al Continente Independiente.
Vulture, con un cigarrillo colgando de los labios, respondió: «Lone Ranger dijo que la familia Hopkins estaba detrás. Ya fuera dirigido a Nate o a Corrine, no les servirá de nada».
.
.
.