El gran regreso de la heredera despechada - Capítulo 1044
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Capítulo 1044:
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Los ojos de Nate se posaron en ella por un instante, con una expresión indescifrable. Abrió ligeramente los labios y dijo con voz fría y cortante: «¿Lo has traído tú?».
Era una pregunta sencilla, pero el tono de su voz fue suficiente para hacerla estremecer.
En ese momento, Rosalie tuvo la certeza de que, si realmente había llamado al miembro de la Llama Roja, Nate no habría dudado en romperle el cuello. Su amistad pasada no significaba nada frente a su furia. No podía entenderlo. ¿Cómo había conseguido Corrine hacerse un hueco en el corazón de Nate en solo unos meses?
Rosalie respiró lentamente, reprimiendo los celos que ardían en su interior. —No, solo he oído hablar de él.
La Llama Roja era un grupo de élite que siempre operaba en las sombras. ¿Por qué estaban actuando con tanta audacia ahora?
Su presencia no dejaba lugar a dudas: alguien había ordenado en secreto la ejecución de Corrine.
Una vez que los miembros de la Llama Roja ponían sus ojos en un objetivo, no había escapatoria.
Ni siquiera la protección de Nate podía cambiar eso.
Rosalie observaba atentamente, ansiosa por ver cómo Corrine lidiaría con esta amenaza inminente.
Cuando se mencionó el nombre de la Llama Roja, la multitud intercambió miradas de simpatía hacia Corrine.
Aún era joven, pero estaba claro: había llamado la atención de la mortífera organización Llama Roja.
Nate comprendió rápidamente la gravedad de la situación.
Abrazó a Corrine con fuerza, rodeándola con sus poderosos brazos. Su rostro, normalmente tranquilo, estaba ahora duro como una piedra, irradiando un aura escalofriante que inquietaba a todos los que lo rodeaban.
—Nate, me estás haciendo daño… —jadeó Corrine, luchando contra su fuerte abrazo.
Temía que, si no la soltaba, le rompería la cintura.
Nate la miró, dándose cuenta de su expresión de dolor. Aflojó el abrazo, solo un poco. —¿Te duele?
—Sí —asintió Corrine con un pequeño gesto de dolor.
Rosalie los observaba, sintiendo una oleada de amargura inundándole el pecho. Verlos tan juntos le costaba respirar.
Si no fuera por la situación actual, Rosalie habría pensado que Corrine estaba mostrando a propósito su cercanía con Nate.
—Nate, cuando los miembros de la Llama Roja se involucran, siempre tienen un objetivo. —Rosalie miró a Corrine con ojos fríos, con un ligero tono de suficiencia—. ¿Debería ir a recabar información?
Nate permaneció en silencio, pero Zack se apresuró a decir: —Yo iré contigo.
—No es necesario —respondió Rosalie con confianza—. Ya me he cruzado con ellos varias veces. Somos viejos conocidos. Me escucharán».
Luego miró a Nate, esperando que él se diera cuenta de sus palabras y comprendiera que ella era diferente de Corrine, que solo buscaba su protección cuando las cosas iban mal.
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