Sinopsis
El Dolor de un Amor Perdido: Mentiras y despedidas.
ESTADO DE LA NOVELA: TERMINADA
CAPÌTULOS PUBLICADOS: 342 CAPITULOS
El Dolor de un Amor Perdido: Mentiras y despedidas – Inicio
Respiro con dificultad y siento los brazos fuertes y firmes de Alexander debajo de mí, sujetándome por los hombros.
Apoyo la cabeza en su pecho y me siento segura y feliz en este momento después de nuestra intimidad. Nada podría ser más perfecto que esto. La habitación rezuma nuestra pasión y observo cómo la luz de la tarde se filtra a través de las cortinas, bailando sobre la cama deshecha.
«Aria, necesito hablar contigo», dice Alexander de repente, con su voz grave y ronca, cargada de tristeza.
Levanto el cuerpo y giro la cabeza para mirarlo, notando en sus profundos ojos azules, oscuros como el océano a medianoche, una mirada que parece atormentarlo.
«Sí, mi amor, ¿qué pasa?», le animo, pasando mis dedos por un mechón de su cabello castaño ondulado, algo que siempre me ha tranquilizado.
Pero Alexander me agarra la mano y la aleja de su cara. Se sienta en la cama y respira hondo. Lo miro preocupada, sin entender lo que está pasando.
«Esto no funciona, Aria», anuncia Alexander con voz fría y seria.
Arqueo las cejas, confundida. «¿Qué quieres decir, Alex?».
Hace un gesto entre nosotros, indicando el espacio que se ha formado entre nosotros.
«Esto. Nosotros. Pensé que podría mejorar, pero no ha sido así…», responde Alexander, con voz tranquila pero distante.
Me siento en la cama y tiro de la sábana, tratando de cubrir no solo mi cuerpo, sino también mi corazón, que se está rompiendo en ese momento.
«¿Estás rompiendo conmigo? ¿Por qué? ¿Qué pasa? ¿Qué he hecho?», pregunto con la garganta apretada por la emoción, sintiendo cómo se me llenan los ojos de lágrimas.
Alexander se levanta y sale de la cama, dejándome aún más herida por su alejamiento físico y emocional. Empieza a ponerse la ropa interior y yo me quedo mirando, tratando de procesar lo que está pasando.
«Alexander, por favor… ¿Por qué? Hablemos. Intentemos averiguar qué te molesta», le suplico, levantándome también de la cama y envolviéndome en la sábana.
«Es demasiado tarde, Aria. Ya no encajamos. No sé… Solo necesito que te vayas, ¿vale?».
Alexander responde, caminando por la habitación, recogiendo la ropa que habíamos tirado en nuestro arrebato de pasión.
«¿Ya no me quieres? ¿Hay alguien más?», pregunto, con ansiedad en mi voz, mi corazón acelerado por el miedo de que haya alguien más a quien Alexander quiera.
Alexander me entrega mi ropa rápidamente, dejándome aún atónita por la forma en que está manejando la situación.
– Continua en El Dolor de un Amor Perdido: Mentiras y despedidas capítulo 1 –