El dolor de no ser amada - Capítulo 515
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 515:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Me arrastró y me di la vuelta para ver a Gunner todavía ocupado charlando con la mujer. Me sentí aliviada de que no me hubiera visto. No quería que me viera así.
«¿Qué coño haces aquí?», me gritó cuando llegamos a una zona apartada. «¿Ahora has vuelto a acechar, Emma? Eso es patético incluso para ti».
Me empujó con fuerza, pero por suerte me contuve antes de caer. En lugar de decir nada, me limité a mirar fijamente mis pies, tratando de controlar el dolor inexplicable que me atravesaba.
—¡Te estoy haciendo una puta pregunta, Emma! —me espetó, golpeando la pared detrás de mí.
Me estremecí de miedo. Decir que estaba furioso era quedarse corto. Nunca lo había visto así.
—V-vine aquí con Molly. Estábamos almorzando cuando entraste. N-no te estaba acosando —tartamudeé, mi voz apenas un susurro.
—¿En serio? Nos viste entrar, ¿y luego qué? Decidiste espiarnos, ¿es eso?
No respondí. ¿Qué podía decir? Tenía razón. Solo quería echar un vistazo a Gunner.
—Esto es jodidamente increíble —gruñó—. Nos tiraste como basura de un día para otro, Emma. No nos querías, ¿y ahora qué? Rowan no te quiere, ¿así que crees que puedes reclamar a la familia que despreciabas? ¿Es eso?
Cada una de sus palabras me apuñalaba el corazón, haciéndolo sangrar. No pude evitar que las lágrimas cayeran por mis mejillas. ¡Joder! Esto era doloroso. Ojalá pudiera retroceder en el tiempo.
Dejé escapar un grito de sorpresa cuando me agarró la barbilla con fuerza.
—Escúchame y escucha bien, mantente alejado de mi hijo. Él no quiere verte, y yo tampoco… Si te veo cerca de él, pediré una orden de alejamiento. ¿Está claro? —Su tono amenazante me hizo temblar.
Era una faceta de él que nunca había visto.
—Es mi hijo, Calvin —gimoteé.
—Perdiste ese derecho cuando seguiste haciéndole daño y tratándolo como una mierda —dijo—. Ahora respóndeme, ¿estoy siendo claro?
—Sí. Las palabras salieron de mi boca casi con dolor.
Me soltó la barbilla como si le hubiera quemado. Con una mirada de disgusto, salió de la habitación privada.
Caí contra la pared antes de deslizarme hacia abajo. No pude evitar que los sollozos salieran de mis labios. Me sentí herida y perdida. Todo esto fue culpa mía. ¿Cómo iba a arreglar esto? ¿Es siquiera posible después del daño que causé?
Harper
Esta semana ha sido completamente agitada. Es como si hubiera estado haciendo recados desde que regresé a esta ciudad, sin siquiera tomarme un momento para descansar.
Al menos Lilly está ahora más cómoda. Gabriel no accedió a enviarle el colchón, dado que el que tiene aquí es más cómodo, pero sí aceptó enviarle sábanas y mantas. Ha marcado la diferencia, y ahora duerme toda la noche.
Gabriel… ¿por dónde puedo empezar? Vuelve a casa, aunque sea tarde, pero eso es todo. Nos hemos estado evitando, tratando de vivir como si el otro no existiera. Creo que es mejor para nosotros así. Evita que Lilly nos vea pelear todo el tiempo.
—Mamá, ¿querías hablar conmigo? La voz de Lilly me devuelve al presente.
Dejé la ropa que estaba doblando y me senté en la cama antes de indicarle que hiciera lo mismo. Cruzó la habitación con el ceño fruncido y se sentó a mi lado.
Estábamos en mi habitación. Como habrás adivinado, Gabriel y yo no compartimos habitación. Eso es lo único que no sé cómo explicarle a Lilly. Sentirá curiosidad, dado que Liam y yo compartíamos el dormitorio principal.
.
.
.