El ascenso de la Luna fea - Capítulo 244
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 244:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Ella no sonrió. «Yo… solo pensé que necesitabas espacio. Quiero decir, ya te ocupaste bastante de mí anoche».
Qué tonta. ¿Qué le hizo pensar que necesitaba espacio cuando ella era lo único que quería ver?
«Ya veo. Entonces deberías descansar un poco».
Salí de la habitación, enfadado con ella por tomar decisiones estúpidas por mí.
LYRIC
¿Era decepción lo que había visto en el rostro de Jaris?
No. Sin duda me había equivocado.
Poco después de que se marchara, Jace llamó. Respondí con entusiasmo, esperando que tuviera alguna información sobre Penélope.
«Ha desaparecido, Lyric. Incluso su esposo la está buscando».
La respuesta de Jace me dejó atónita.
—Eso significa que realmente estaba en peligro esa noche. ¿Quién podría estar persiguiéndola? ¿Y si la mataron? —Fruncí el ceño, preocupada.
—No. No creo que esté muerta.
—¡Pero no podemos estar seguros, Jace! Recuerda que te dije que oí disparos antes de que se cortara la comunicación. ¿Y si… y si alguien realmente la mató?
«Pero ¿por qué iban a matarla cuando estaba a punto de revelarte la verdad?».
Eso no lo sabía. Si su vida corría peligro, ¿por qué lo único en lo que pensaba era en revelarme la verdad? Ni siquiera pidió ayuda.
—La necesito, Jace. —Me pellizqué el puente de la nariz—. Ella es la única que tiene las respuestas.
Si pudiera encontrar a mis hijos, hace tiempo que me habría ido de aquí. Pero no podía irme sin ellos.
JARIS
Al caer la tarde, mi estado de ánimo no había mejorado. Estaba tratando de distraerme con algunos informes de la empresa cuando entró Kael.
No te lo pierdas en ɴσνєℓα𝓼4ƒαɴ.𝒸ø𝓂 con sorpresas diarias
«¿Alguna novedad?», le pregunté cuando se quedó allí parado sin decir nada.
Él negó con la cabeza, con las manos a la espalda. —Si no te importa, me gustaría hablar contigo.
Lo miré fijamente. «Bueno, ya estás hablando. Adelante».
Él seguía dudando. Tenía la sensación de que tenía que ver con cierta persona que no me caía bien.
«Se trata de Jace Ashford», dijo finalmente.
Maldición. Lo sabía.
«¿Qué pasa con él?».
«Sé que es pedir demasiado, pero me harías muy feliz si le permitieras volver a vivir con nosotros».
Y yo que pensaba que mi día no podía ir a peor.
.
.
.