El arrepentimiento de mi exesposo - Capítulo 946
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 946:
🍙🍙🍙🍙 🍙
Rodger se dio cuenta con deliciosa satisfacción. Por una vez, la existencia de Nathan le resultaba tolerable. Por fin, este hijo decepcionante había demostrado ser útil en una coyuntura crítica.
Rodger se aclaró la garganta con decisión. «En ese caso, en cuanto la señorita Hudson recobre el conocimiento, ustedes dos deben comenzar los preparativos de la boda inmediatamente. El tiempo es esencial. Ella apenas ha pasado la marca de un mes-ella»
Todavía puede lucir un vestido de novia adecuadamente. Retrasar más, y su silueta en expansión se hará visible. Nada le quedará bien entonces y organizar una ceremonia adecuada será exponencialmente más difícil.
Detrás de sus pragmáticas palabras, la mente de Rodger ya tabulaba las innumerables formas en que esta ventajosa unión elevaría a la familia Higgins.
La sonrisa de Nathan, cuidadosamente construida, se desmoronó. ¿Ahora una ceremonia de boda? ¿Acaso el universo había diseñado esta broma cruel específicamente para él? Si Patrick descubría sus intenciones de casarse con Sadie… El hielo se cristalizó a lo largo de sus vértebras. La imagen vívida de su propia destrucción espectacular se desplegó ante los ojos de su mente.
Su corazón martilleaba contra su caja torácica, pero dominó sus músculos faciales para mantener la fachada de placer.
«Papá, ¿no te parece algo precipitado? Al menos esperemos a que Sadie recobre el conocimiento; deberíamos hablar directamente con ella de estos preparativos».
Nathan se balanceaba precariamente en el precipicio del colapso emocional. La situación se le escapaba de las manos.
En ese preciso momento, en la cama estéril del hospital, las delicadas pestañas de Sadie temblaban contra sus pálidas mejillas. Poco a poco, sus pesados párpados se abrieron.
Con gran esfuerzo, giró la cabeza contra la almohada y percibió las figuras de Rodger y Nathan, que se cernían sobre ella.
La conciencia se apoderó de ella como un velo de niebla y sus pensamientos giraron en patrones desorientadores.
En el instante en que Rodger detectó su consciencia, su semblante severo se transformó dramáticamente en una radiante muestra de preocupación.
«¡Oh, Sra. Hudson, por fin se ha reunido con nosotros! ¿Cómo se encuentra? ¿Tiene alguna molestia? El médico atribuye su estado a un simple sobreesfuerzo. Las primeras etapas del embarazo agotan considerablemente la vitalidad, por lo que debe dar prioridad a la recuperación y el restablecimiento». La actitud de Rodger destilaba una solicitud fabricada y una ternura inusual.
«En este momento, tu única obligación es salvaguardarte a ti misma y al precioso niño que llevas dentro. Olvídate temporalmente de tus obligaciones profesionales. Además, destierra cualquier preocupación relacionada con los asuntos de la familia Higgins: Nathan asume ahora esas responsabilidades. Me retiraré para permitir tu convalecencia. Espera mi regreso en otra ocasión».
La suave cadencia de su voz le hizo casi irreconocible.
Cuando Rodger se giró hacia Nathan, su voz se endureció instantáneamente hasta convertirse en granito. «Nathan, el estado físico de la señorita Hudson sigue siendo frágil. Tu presencia debe ser constante, asegurando que su cuidado cumpla con los estándares más exigentes. Si ocurriera alguna desgracia, tanto a ella como a mi nieto, el castigo caerá directamente sobre tus hombros».
.
.
.