El arrepentimiento de mi exesposo - Capítulo 944
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Capítulo 944:
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Mientras Nathan se dirigía al ascensor, se topó con alguien que venía en dirección contraria.
Rodger se dirigía a grandes zancadas hacia la habitación de Sadie, con rostro adusto y paso rápido. Venía directo de la oficina y su misión era pedirle ayuda a Sadie con el problema de Jarrett.
Nunca esperó encontrarse con semejante escena. ¿Por qué su imprudente segundo hijo sostenía a una Sadie inconsciente?
Rodger se detuvo en seco, con los ojos desorbitados por la incredulidad. ¿Qué le había pasado a Sadie?
Pero Nathan no tenía tiempo de explicárselo. Su principal preocupación era la mujer que tenía en sus brazos. No se atrevía a demorarse ni un minuto más, por miedo a empeorar su estado.
«¡Quítate de en medio, papá!» dijo Nathan, con voz firme y urgente. No esperó la reacción de su padre y se lanzó hacia el ascensor justo cuando se abrían las puertas.
Rodger sólo pudo quedarse quieto y ver cómo su hijo desaparecía al cerrarse las puertas.
Un terrible presentimiento se apoderó de él.
Saliendo de su trance, cambió de dirección y corrió tras ellos.
Nathan irrumpió en el hospital y llevó a Sadie a la sala de urgencias. «¡Doctor! Necesito un médico».
Un médico y un puñado de enfermeras no tardaron en llegar con una camilla. Nathan colocó a Sadie en ella con la mayor delicadeza posible y siguió al equipo médico mientras se la llevaban.
Rodger apareció detrás de ellos, con el rostro marcado por la preocupación.
El médico procedió a una evaluación inicial, comprobando la temperatura y los latidos del corazón de Sadie.
«Tiene fiebre alta y su ritmo cardíaco es un poco acelerado», dijo al cabo de un momento. «¿Ha estado bajo mucho estrés? Puede ser físico o emocional».
Nathan dudó antes de asentir. Pensándolo bien, Sadie estaba agotada física y emocionalmente.
El médico no insistió más. Se limitó a ordenar que le hicieran un panel completo de pruebas. «Tendremos que sacarle sangre y hacerle un chequeo más exhaustivo».
Media hora más tarde, el médico se acercó a Nathan y Rodger en el pasillo, con un informe en la mano y una expresión ilegible.
«¿Es usted el marido de la paciente?».
Nathan asintió sin pensar, aún conmocionado por toda la experiencia.
«Enhorabuena. Su mujer está embarazada. Tiene poco más de un mes».
Las palabras cayeron como un rayo. Nathan y Rodger se quedaron en silencio. ¿Qué estaba pasando?
Pensando que sólo estaban sorprendidos por la inesperada noticia, el médico le entregó a Nathan el informe. «Se ha desmayado a causa de la fiebre. Necesitará reposo adecuado y amplio a partir de ahora».
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