El arrepentimiento de mi exesposo - Capítulo 943
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Capítulo 943:
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Sadie desdobló la nota. Una sola cadena de números estaba escrita en ella-un número de teléfono.
«¿Qué es esto?»
Nathan contestó rápidamente. «Es el número de una criada que trabajaba para tus padres. Desapareció con ellos hace muchos años. Me costó mucho investigar, pero finalmente encontré esta pista. Puedes ponerte en contacto con ella y ver si eres capaz de descubrir lo que realmente ocurrió en el pasado».
Los dedos de Sadie se apretaron alrededor de aquel pequeño trozo de papel, con el corazón acelerado.
Nathan notó su expresión seria y aventuró: «Sobre nuestro supuesto compromiso, por cierto…». Se rascó la nariz y esbozó una sonrisa tímida.
«Haré un anuncio público para cancelarlo dentro de un mes o así. Podemos decir que no éramos compatibles, o quizá inventar una razón mejor. No te preocupes, me aseguraré de que tu reputación no se vea empañada de ninguna manera».
Sadie asintió distraídamente. El compromiso no significaba nada para ella. Tenía la mirada fija en el número de teléfono y la mano le temblaba ligeramente.
Sus padres llevaban diecisiete años desaparecidos. No había sabido nada de ellos en todo ese tiempo, no había encontrado ni rastro. Una parte de ella incluso había llegado a creer que ya no estaban vivos. Pero ahora, por fin tenía una pista en sus manos. Aunque las posibilidades fueran escasas, se aferraría a ese pequeño resquicio de esperanza.
Tenía que encontrarlos, fuera como fuera.
Después de todo, le había hecho una promesa a su abuela antes de que muriera. Encontraría a sus padres y los traería a casa, costara lo que costara. Aunque sólo encontrara sus restos, los traería a casa.
El pecho de Sadie se hinchó con una miríada de emociones. De repente, una oleada de náuseas se apoderó de ella y sintió como si todo su cuerpo se quedara sin fuerzas. La vista se le nubló. La habitación daba vueltas.
Sin previo aviso, se desmayó.
«¡Sadie!» Nathan gritó alarmado, aturdido por el repentino giro de los acontecimientos.
¿Qué le estaba pasando?
¿Por qué se había desmayado de repente?
Nathan no perdió el tiempo. Se abalanzó sobre ella y la cogió en brazos antes de que cayera al suelo.
Inmediatamente se sobresaltó al notar su temperatura: ¡su cuerpo ardía!
Alarmado, le presionó la frente con la palma de la mano. Efectivamente, tenía fiebre.
A Nathan le dio un vuelco el corazón y prácticamente sintió que se le iba el color de la cara.
Sadie era su salvación, la única que podía garantizar su éxito. No podía permitirse que le pasara nada.
Actuando con rapidez, la levantó con cuidado y salió corriendo de la suite. Si algo le ocurría a Sadie, perdería toda esperanza de hacerse con el control del Grupo Higgins. Todos sus esfuerzos se irían por el desagüe.
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