El arrepentimiento de mi exesposo - Capítulo 781
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Capítulo 781:
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Este rostro… Después de tres años, seguía siendo inquietantemente familiar, tanto que, a pesar de sus recuerdos perdidos, su corazón se aceleraba sólo de verlo.
La tensión en el aire se espesó.
Un rubor se extendió rápidamente por las mejillas de Sadie.
Se dio la vuelta bruscamente, con el corazón acelerado mientras esquivaba la intensa mirada de Noah. Noah estaba alarmantemente cerca.
Su tenue aroma a lavanda mezclado con su inconfundible aura masculina la desconcertaron.
Cuando Noah observó el rubor que teñía las orejas de Sadie, su mirada se hizo más profunda, el recuerdo de haber tocado su suave piel le dejó una sensación de hormigueo en las yemas de los dedos. Se había acercado a ella para asegurarse de que estaba ilesa tras el tumulto de la noche anterior.
Sin embargo, cuando sus dedos rozaron su frente, una emoción indefinida lo invadió, dejándolo inquieto.
Carraspeó y se metió la mano en el bolsillo, como si quisiera borrar el momento del contacto.
«¿Anoche saliste ilesa?», preguntó.
Recuperando la compostura, Sadie se aseguró de que su respuesta fuera ecuánime. «Estoy bien», afirmó, evitando deliberadamente su mirada inquisitiva. Redirigió el tema hacia sus asuntos profesionales. «Sr. Noel, según nuestro acuerdo, le he traído el contrato de transferencia del treinta por ciento de las acciones del Grupo Wall y el contrato de derechos de cooperación preferente durante el próximo año. Están listos para que los examine», le explicó, presentándole la carpeta con estricta profesionalidad.
Noah cogió los documentos y empezó a revisarlos. Luego, Sadie se apresuró a dar por concluida la reunión.
«Los contratos han sido entregados y debo marcharme», anunció. Cuando se dispuso a marcharse, quiso distanciarse de aquel ambiente inquietante.
Sin embargo, cuando se disponía a alejarse, sintió que la agarraban por la muñeca. Noah le había tendido la mano instintivamente, su irritación por su marcha se mezclaba con su reticencia a separarse de ella.
Sorprendida por el repentino tirón, Sadie tropezó ligeramente hacia atrás.
Un suave jadeo salió de sus labios al caer directamente en los brazos de Noah, envuelta por su calor y el reconfortante aroma a lavanda.
Noah no había previsto este giro de los acontecimientos.
Mientras la abrazaba, el delicado calor de su cuerpo contra el suyo le provocó una profunda sensación de reconocimiento.
Se paralizó momentáneamente, sintiendo como si una parte dormida de él hubiera revivido de repente.
Un extraño e inidentificable anhelo afloró en su pecho.
Su abrazo se estrechó involuntariamente.
El cuerpo de Sadie se tensó, sus pensamientos se borraron momentáneamente. Su mejilla se apoyó en la camisa de Noah, lo que le permitió oír el constante latido de su corazón.
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