El arrepentimiento de mi exesposo - Capítulo 777
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Capítulo 777:
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Miró fijamente a Briley, con voz gélida y penetrante.
«Briley, toma esto como tu única advertencia. Si te atreves a volver a poner en peligro a Sadie o a comprometer su seguridad, créeme, ¡lo lamentarás profundamente!».
Briley, luchando por recuperar el aliento, escuchó su amenaza. Sin embargo, en lugar de miedo, una lenta e inquietante sonrisa se dibujó en su pálido rostro, provocando un escalofrío en toda la habitación.
Se incorporó y se acercó a Alex junto a la cama. Tenía la voz ronca.
«¿Cómo podría? Sadie es mi querida prima política. Jamás intentaría hacerle daño». Su tono cambió de repente y sus ojos brillaron con una luz astuta y calculada.
«Y Alex, ¿lo has olvidado? ¿No fuiste tú quien me retó a demostrar mi sinceridad? ¿A demostrar mi inocencia? Eso me obligó a tomar medidas tan extremas. Técnicamente hablando… estamos juntos en esto». Las pupilas de Alex se entrecerraron, su mirada se intensificó.
¿Cómo se atrevía a manipular los hechos e implicarlo en sus tramas?
Briley extendió con valentía la mano que no estaba herida y le tocó suavemente el brazo.
«Alex, ¿estás satisfecho con el resultado? He seguido tus directrices al pie de la letra. No sólo limpié mi nombre, sino que también me convertí en una salvadora dentro de la familia Wall. Ahora, los ancianos están reconsiderando su decisión de expulsarme. Mi regreso a la familia Wall, reclamando lo que merezco por derecho, parece inevitable». La expresión de Alex se ensombreció, sus instintos le instaron a apartarse.
Briley era inteligente, despiadada y, ahora, alarmantemente impredecible.
Con su nueva condición de salvadora de Sadie y la posibilidad de reintegrarse en la familia Wall, cualquier movimiento precipitado contra ella podría provocar un comportamiento aún más imprudente, un comportamiento que podría poner a Sadie en peligro.
Por el momento, parecía prudente proceder con cautela y comprender sus verdaderas intenciones.
Los pensamientos de Alex se agitaron y su rostro se nubló de preocupación.
Tras un tenso silencio, la mirada letal de sus ojos se suavizó ligeramente, aunque su tono siguió siendo glacial.
«Espero que cumplas tu palabra».
No apartó la mano de Briley, reconociendo tácitamente su afirmación. «Haré que alguien cuide de ti. Elige bien».
Con esas palabras, Alex se dio la vuelta y salió de la habitación, cerrando la puerta con firmeza tras de sí.
En cuanto se marchó, la sonrisa de Briley desapareció y fue sustituida por una expresión férrea.
Se incorporó con cautela y se llevó la mano a la herida palpitante.
Le dolía, pero merecía la pena.
La respuesta de Alex había confirmado sus sospechas.
Sadie era su punto débil. Y mientras pudiera aprovecharlo, estaba segura.
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