El arrepentimiento de mi exesposo - Capítulo 620
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Capítulo 620:
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¡Bang!
Sadie abrió de un tirón la puerta de la habitación de Averi. Noah y Averi estaban sentados en la alfombra, riéndose juntos. Averi apilaba torpemente unos bloques bajo la paciente guía de Noah, y sus risitas llenaban la habitación.
Los pasos de Sadie se tambalearon al ver la escena que se desarrollaba ante ella.
Se quedó en la puerta, mirándolos fijamente. Toda su agitación anterior pareció desvanecerse en un instante, sustituida por una abrumadora ola de amor por su hijo.
Sadie sabía que no podía perder el control delante de Averi. No podía dejar que viera su debilidad, su fragilidad.
Sintiendo su presencia, Noah volvió la cabeza y su mirada se suavizó al encontrarse con la de ella.
—Averi —dijo, acariciando suavemente la cabeza del niño—. Tu madre y yo tenemos que hablar. Puedes terminar los bloques tú solo, ¿verdad?
Averi asintió obedientemente y siguió jugando, imperturbable. Noah se levantó y se acercó a Sadie. Sin decir nada, le tomó la mano y la condujo suavemente a su estudio.
Sadie no opuso resistencia, sus manos estaban heladas al tacto.
En cuanto se cerró la puerta detrás de ellos, habló con voz teñida de frustración. —¿Dónde está Kyla?
Noah suspiró profundamente y respondió en voz baja y tranquila: —La he mandado fuera.
¿Mandada fuera?
La ira de Sadie volvió a estallar. Echó la cabeza hacia atrás y soltó una risa amarga y sin humor, con el pecho subiendo y bajando con la intensidad de sus emociones.
—¡Incluso ahora sigues protegiendo a Kyla! —exclamó, con la voz temblorosa por la incredulidad.
—¿Así es como me compensas? —preguntó Sadie con palabras afiladas que cortaban el aire.
Sadie dio un paso atrás, alejándose de Noah.
Las palabras que había pronunciado atravesaron el corazón de Noah como dagas heladas, y él no pudo evitar sentir una punzada de dolor mientras intentaba explicarse. —Kyla…
Pero Sadie se negó a escuchar sus excusas. —Noah —lo interrumpió ella, con los ojos enrojecidos y la voz temblorosa—. ¿Qué soy exactamente para ti? ¿Acaso la vida de mi abuela no vale nada para ti?
Noah abrió los labios para defenderse una vez más, pero esta vez se quedó sin palabras.
¡Ring! ¡Ring! ¡Ring! El repentino y urgente sonido de su teléfono rompió la tensión.
Noah lo sacó del bolsillo y frunció el ceño al ver quién era. Era Wall Manor.
Pulsó el botón de responder y la voz ansiosa de Gabriel se escuchó al instante. —Sr. Wall, su abuelo se ha desmayado de repente. Lo están llevando al hospital en este momento.
Noah apretó los dedos alrededor del teléfono. —Entendido. Voy para allá. —Su voz era baja y entrecortada cuando colgó rápidamente.
Se volvió hacia Sadie con una expresión complicada en el rostro—. Ha surgido un asunto urgente. Tengo que irme. Descansa, por favor. Te lo explicaré todo cuando vuelva, ¿de acuerdo?
¿Explicarlo? ¿Qué había que explicar?
Sadie notó su ansiedad y se rió entre dientes con amarga ironía. Sin embargo, no dijo nada y se limitó a lanzarle una mirada de pura burla. Noah tampoco dijo nada. Después de mirarla profundamente por última vez, salió corriendo del estudio.
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Nota de Tac-K: Ánimos en su inicio de semana lindas personitas. Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (˵ •̀ ᴗ – ˵ ) ✧
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