El arrepentimiento de mi exesposo - Capítulo 500
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Capítulo 500:
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«¿Estás bien, mamá? Me estás asustando». Alex nunca había visto a su madre tan abrumada y vulnerable.
Lamont, visiblemente conmocionado, intentó reanimar a Susannah dándole suaves golpecitos en la cara. Su voz era urgente. «Alex, ¿qué hacemos? La tía Susannah se ha desmayado».
«¡Llevémosla al hospital!», respondió Alex al instante, levantando a Susannah por los brazos y dirigiéndose hacia la puerta.
Antes de salir, miró a Sadie con profunda preocupación y disculpa. «Sadie, lo siento… Deberías irte… Yo me encargaré de todo aquí».
Dicho esto, salió apresuradamente con Susannah.
Sadie se quedó paralizada, viendo desaparecer a Alex, con sus emociones en tumulto. Anhelaba seguirlo, exigirle explicaciones, pero se encontró incapaz de moverse.
La multitud que la rodeaba no se dispersó tras el desmayo de Susannah; sus murmullos se intensificaron.
—¡Dios mío! ¿No es ella la que estuvo involucrada con el Sr. Wall hace tres años?
—¡Sí, es ella! Ahora lo recuerdo. Los periódicos publicaron fotos y la acusaron de arruinar la relación entre Kyla y el Sr. Wall, tildándola de la otra mujer.
—Es sorprendente, ¿no? Parece tan inocente y, sin embargo, se ha visto envuelta en tantos escándalos».
«¡Exacto! Después del Sr. Wall, ¿ahora el Sr. Howe? Menudo personaje».
«Las mujeres como ella saben cómo tratar a los hombres, ¿no?».
«¡Qué descarada! Y pensar que se atreve a aparecer aquí, como si pudiera hacer lo que quisiera con la familia Howe».
«Estoy de acuerdo…».
Cada comentario mordaz golpeaba a Sadie como un puñal.
Se mordió el labio inferior con fuerza.
Desesperadamente, quería refutar las acusaciones, proclamar a todos que ella no era la otra mujer. Sin embargo, se le hizo un nudo en la garganta y se quedó sin habla. En un ambiente tan hostil, cualquier defensa parecía débil e inútil, y solo incitaba a más ataques.
Entre la multitud, una mujer vestida con traje de ejecutiva observaba a Sadie con fría indiferencia. Se llamaba Aliza Perry, era secretaria en la oficina del director general del Grupo Howe y admiradora secreta de Alex. Además, era heredera de la familia Perry, que había ocultado su verdadera identidad para trabajar estrechamente con Alex.
Aliza había observado en silencio cómo Alex se enfrentaba repetidamente a problemas por culpa de Sadie, lo que alimentaba una feroz envidia en su interior. Hoy, al ver a Alex defender a Sadie frente a su propia madre, lo que provocó el colapso de Susannah, sus celos estallaron de forma incontrolable. No podía soportar ver sufrir al hombre que amaba por una mujer que consideraba desvergonzada.
Se negaba a perder frente a alguien a quien consideraba muy inferior.
—¿Qué pasa, Aliza? Pareces muy alterada —le preguntó con preocupación una compañera que conocía sus sentimientos.
«Nada», respondió Aliza con brusquedad, dando la espalda a la escena que se desarrollaba ante ella. Entrecerró los ojos y sus labios se curvaron en una mueca de desprecio. «Sadie, parece que te encanta ser el centro de atención. Pues yo me encargaré de que recibas más de la que puedas soportar. Haré que quedes completamente deshonrada, incapaz de volver a mostrar tu cara», juró Aliza en silencio.
Sadie se sintió completamente abandonada, aislada en medio de la multitud. Su cuerpo temblaba y las piernas le fallaban. No sabía cómo había conseguido salir del edificio del Grupo Howe. Los comentarios hirientes la seguían, sin darle tregua.
Cuando llegó a su estudio, era mediodía. Los empleados se habían ido a comer y el lugar estaba vacío. Se tambaleó hasta su escritorio y se derrumbó en la silla, abrumada.
Su mente era un torbellino de pensamientos que intensificaban su dolor de cabeza. Luchaba por comprender cómo todo se había desmoronado de forma tan desastrosa. Noah… Alex… Esos nombres la oprimían, la asfixiaban.
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Nota de Tac-K: Linda tarde queridas personitas, espero les gustarán los nuevos capítulos, nuevos estrenos de novela en unas horas. Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (─‿‿O)
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