El arrepentimiento de mi exesposo - Capítulo 497
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Capítulo 497:
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Pero Alex no podía permitirlo. Al fin y al cabo, se trataba de un asunto entre la familia Wall y la familia Howe. No quería meterla en ese lío.
Alex se masajeó las sienes palpitantes y se obligó a concentrarse en los documentos que tenía delante. Tenía que encontrar una solución lo antes posible y evitar que el legado de su familia se derrumbara bajo su mandato.
En ese mismo momento, en la mansión Howe, el amplio y luminoso salón estaba lleno del rico aroma de la comida. Susannah estaba de pie en el comedor con un vestido exquisito, supervisando a los sirvientes mientras ponían la mesa.
Susannah parecía mucho más joven que su edad, con una figura bien cuidada y una piel radiante de vitalidad. Ese día regresaba de viaje su marido, Terrance Howe, presidente del Grupo Howe. Ella había organizado una gran cena familiar para celebrar su regreso.
—Señora Howe, la cena está lista. ¿Desea algo más? —preguntó un sirviente con respeto.
Susannah asintió, complacida. —Muy bien. Asegúrate de que el Kötl Free, el favorito de Terrance, esté perfectamente cocinado, ni demasiado duro ni poco hecho.
—Entendido, señora Howe. Nos encargaremos de ello.
Susannah echó un último vistazo a la mesa y solo se relajó cuando todo cumplió con sus exigentes estándares.
De repente, se oyeron pasos apresurados en la sala de estar.
—¡Tía Susannah! ¡Tía Susannah!
Su sobrino, Lamont, apareció con expresión de urgencia en el rostro. Trabajaba en el Grupo Howe y mantenía una buena relación con Alex.
—¿Lamont? ¿Qué te trae por aquí? —preguntó Susannah, con evidente sorpresa—. ¿Qué pasa? ¿Por qué estás tan nervioso?
Recuperando el aliento, Lamont soltó: —Tía Susannah, hay un problema grave. El Grupo Howe se enfrenta a una crisis.
—¿Qué? —Susannah palideció y casi se le cayó el pañuelo de seda de la mano—. ¿Qué has dicho? ¿Una crisis? ¿Cómo? —Su voz se elevó bruscamente, temblando de pánico.
—Yo… no estoy del todo seguro… —Lamont dudó, con la voz vacilante mientras intentaba recomponerse—. Estaba con mi mujer en el estudio de Vivi. ¿Te acuerdas de Vivi, la antigua diseñadora jefe de Majestic Ego, la famosa marca de joyería?
Susannah asintió con la cabeza para que continuara.
—Estábamos allí para hablar de unas joyas que habíamos encargado. Durante la visita, accidentalmente escuché a Vivi hablar por teléfono. Mencionó a Sadie… parecía estar relacionada con la familia Howe…
—¿Sadie? —El nombre resonó en la mente de Susannah.
—¿Sadie Hudson? —exclamó, con tono incrédulo.
—¡Sí! ¡Exacto! Ese es el nombre —confirmó Lamont dándose una palmada en el muslo.
—Vivi insinuó que, por culpa de Sadie, el Grupo Howe se había metido en problemas. También mencionó que el Grupo Wall nos tenía en el punto de mira…
—¿El Grupo Wall? —El rostro de Susannah se ensombreció. El nombre de Noah Wall era prácticamente legendario en los círculos empresariales, todo el mundo lo conocía. Era famoso por sus estrategias despiadadas y decisivas, y su reputación le precedía. Si el Grupo Wall realmente tenía como objetivo al Grupo Howe, las consecuencias serían nefastas. Susannah se estremeció al pensarlo y su cuerpo comenzó a temblar.
—¿Dónde está Alex? ¿Sabe algo de esto? —preguntó con urgencia.
—No lo sé —admitió Lamont, con expresión de confusión—. Vine directamente aquí para informarte después de escuchar la llamada de Vivi. Alex no me ha dicho nada sobre la empresa últimamente…
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