El arrepentimiento de mi exesposo - Capítulo 461
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Capítulo 461:
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Se frotó el estómago distraídamente y soltó una risita. —Supongo que sí.
El rostro de Averi se iluminó con entusiasmo. —Entonces… ¿sabe cocinar?
Noah se quedó quieto.
El brillo expectante en los ojos de Averi hacía imposible ignorar la pregunta. —Sr. Wall, sabe cocinar, ¿verdad? Tengo muchas ganas de probar algo que usted prepare.
Noah exhaló lentamente. No era precisamente un chef, pero ante esa mirada esperanzada, negarse no era una opción.
Respiró hondo y se arremangó. «Está bien. Lo intentaré». Dicho esto, se dirigió a la cocina, plenamente consciente de que estaba entrando en terreno peligroso.
Poco después, salió con un plato de puré de patatas.
El puré era suave y cremoso, rico en mantequilla y nata, con la superficie dorada salpicada de cebolleta de un verde intenso. Un aroma cálido y sabroso llenó el aire, envolviendo la habitación en un abrazo reconfortante.
—Averi, ven a probarlo —dijo Noah, colocando el bol sobre la mesa del comedor.
Con un grito de alegría, Averi se acercó corriendo, con los ojos muy abiertos fijos en el plato como si fuera el mayor tesoro del mundo.
Noah tomó una cucharada, sopló suavemente para enfriarla y se la acercó a los labios de Averi. —Cuidado, todavía está caliente. Sopla primero.
Averi obedeció y sopló la cucharada antes de probarla. En cuanto el puré cremoso tocó su lengua, su rostro se iluminó con pura alegría. —¡Guau! ¡Qué rico!
Noah se sorprendió sonriendo, una expresión fácil y genuina que rara vez se dibujaba en su rostro.
Pero antes de que Noah pudiera decir nada, el sonido seco de una llave girando en la cerradura interrumpió el momento. La puerta se abrió de par en par.
Tanto Noah como Averi dirigieron su atención hacia la entrada. Allí, de pie, en silencio, estaba Alex.
La sonrisa de Noah desapareció al instante, sustituida por una sombra de irritación. No esperaba que Alex apareciera en la puerta, entrando con una llave.
Alex estaba igualmente sorprendido de encontrar a Noah en el apartamento de Sadie. Dudó brevemente antes de que su expresión se calmara en una tranquilidad incómoda. Había acudido rápidamente tras recibir la llamada de Carol, preocupado por Sadie y Averi.
—¡Alex! —exclamó Averi, radiante, con su emoción evidente al saludar a Alex.
Noah frunció aún más el ceño. Le desconcertaba que Averi se refiriera con tanta naturalidad a Alex, su padre biológico. Sin embargo, Noah podía sentir el profundo vínculo que existía entre ellos, lo que le provocaba una irritación inexplicable.
Dejó el cuenco que sostenía y se dirigió a Alex con voz fría. —Señor Howe, ¿no le parece un poco inapropiado presentarse sin avisar a estas horas?
Alex apretó los puños a los lados del cuerpo. Era evidente que Noah le estaba lanzando una advertencia.
Respirando con control, Alex logró contener su ira y respondió con calma: —Señor Wall, solo estaba preocupado por Sadie y Averi.
—¿Preocupado? —Noah se burló con sarcasmo—. Señor Howe, ¿no cree que su «preocupación» es un poco excesiva? Sadie y Averi están bajo mi cuidado.
—¿Bajo su cuidado? —La duda nubló los ojos de Alex.
—No se moleste, señor Howe —continuó Noah, con tono desafiante—. Parece que siempre encuentra motivos para aparecer por aquí. ¿Podría ser que tenga… motivos ocultos?
Alex parecía visiblemente molesto. Luchó por mantener la compostura y respondió con dureza: —¡Cuidado con su lenguaje, Noah!
—¿Cuidado con mi lenguaje? —se burló Noah—. Sr. Howe, recuerde que esta es la casa de Sadie, no su dominio. ¿Qué derecho tiene usted a decirme lo que tengo que decir?
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