El arrepentimiento de mi exesposo - Capítulo 453
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Capítulo 453:
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Pero la vida no se doblega ante los «si tan solo…».
Había perdido su oportunidad y el pasado era irreversible.
Una sonrisa triste apareció en el rostro de Noah mientras se daba la vuelta para seguir caminando por la calle.
Pero pronto, una figura lo detuvo bruscamente.
Bajo la luz de una farola se encontraba Kyla, con una expresión fantasmal y triste.
—¿Por qué estás aquí? —preguntó Noah, con un tono frío y distante.
«Solo quería explicarte lo que pasó. No era mi intención…», dijo Kyla con voz temblorosa y los ojos llenos de lágrimas.
Noah la interrumpió bruscamente: «Basta. No quiero escuchar excusas». Intentó pasar junto a ella, pero Kyla, persistente, lo agarró de la manga.
«Por favor, quédate, Noah. Escúchame…».
Noah apartó bruscamente el brazo, haciendo que Kyla perdiera el equilibrio y cayera al suelo frío.
—¡Ay! —exclamó ella al golpearse contra el pavimento, que le arañó la mano y empezó a sangrar.
—¿Cómo has podido hacerme esto? —Kyla miró a Noah con lágrimas corriendo por su rostro y la voz temblorosa, mezcla de dolor y desesperación. Noah la miró con expresión fría.
Sintiendo su fría mirada, Kyla se estremeció y se puso más pálida.
—Noah, admito mis errores. Estuve mal al tratar así a Sadie. Es solo que te quiero tanto que temía perderte… —Sus palabras se desvanecieron en un susurro.
—¿Que me quieres? —Noah se burló con desdén.
—Noah… —Kyla intentó continuar, pero él la interrumpió. —Kyla, seamos claros. Si no me hubieras salvado la vida una vez, ¿de verdad crees que seguirías aquí? Te habrías ido hace mucho tiempo.
Kyla sintió como si un cuchillo le atravesara el corazón al oír sus palabras.
Su rostro se puso aún más pálido y sus labios temblaron, pero se quedó sin habla. Estaba decidida a no dejar que la situación se descontrolara. Tenía que haber una solución.
—Noah… Te lo suplico, por favor, no hagas esto. —La voz de Kyla se quebró mientras le suplicaba—. Me iré. No tendrás que volver a saber nada de mí. La expresión de Noah cambió y frunció el ceño, ligeramente sorprendido.
—De verdad, me iré. Te lo prometo —dijo Kyla con vehemencia, casi como si temiera que él dudara de su sinceridad.
—Tienes que asegurarme que nunca volverás a aparecer ante mí ni ante Sadie —exigió Noah.
—Te doy mi palabra. Lo juro —respondió Kyla, con la voz temblorosa por la sinceridad.
Tras una breve pausa, miró a Noah con recelo. —Y una cosa más… —Titubeó antes de continuar—. Sobre el Concurso Internacional de Diseño de Joyería, ¿podrías…? ¿Podrías considerar dejar que mi amiga Vivi ganara?
Noah se quedó desconcertado por la petición. Sin saber que Sadie también era una de las concursantes, accedió sin pensarlo. —Haz lo que quieras. Solo es un concurso sin importancia.
Consideraba que el resultado del concurso era trivial en comparación con su principal preocupación: el bienestar de Sadie.
—Gracias, Noah. Muchas gracias… —El rostro de Kyla se iluminó mientras expresaba repetidamente su gratitud.
Sin decir una palabra, Noah se dio la vuelta y se alejó sin mirar atrás. Mientras se marchaba, la mirada de Kyla se posó en él y su rostro pronto se torció en una leve sonrisa siniestra.
«Así que, Sadie, ¿crees que has ganado, eh?», murmuró para sí misma. «Si yo no puedo estar con Noah, me aseguraré de que tú tampoco puedas».
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