El arrepentimiento de mi exesposo - Capítulo 433
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Capítulo 433:
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—Hola, señor Wall —saludó Breck respetuosamente.
—¿Está Averi dormido?
—Sí, señor Wall.
—Muy bien. Escucha, necesito que vayas al hospital mañana. —El tono de Noah era firme mientras daba las instrucciones.
Cuando finalmente colgó, había determinación en sus ojos.
Mientras Averi quisiera quedarse con él, Sadie no tenía más remedio que quedarse también.
La luz del sol se filtraba a través de las cortinas transparentes de la habitación del hospital mientras comenzaba un nuevo día.
La puerta se abrió suavemente y entró un hombre de mediana edad con un traje bien planchado. Era Breck.
Sadie lo miró sorprendida. El aire de la habitación se tensó de inmediato y ella misma se sintió como un resorte apretado.
Sadie se puso de pie y preguntó cortésmente:
—¿Hay algo que el Sr. Wall quiera decirme?
Breck le hizo una ligera reverencia respetuosa.
—El Sr. Wall me ha pedido que la lleve al Wall Group. Averi la extraña, Sra. Wall.
—¿El Grupo Wall? —repitió Sadie, frunciendo el ceño, confundida.
—Sí —respondió Breck—. El Sr. Wall se ha llevado a Averi a la empresa.
Sadie sintió que se le encogía el corazón y un escalofrío le recorría la espalda.
¿Noah se había llevado a Averi a la empresa?
¿Qué estaba tramando ahora ese maldito hombre?
Sadie apretó los labios hasta formar una línea fina, con la mente a mil por hora.
No quería ver a Noah, eso no había cambiado. Pero la repentina atención que le prestaba a Averi la hacía sentir una mezcla de confusión y aprensión.
No dejaba de preguntarse qué podría estar pasando.
Respiró hondo para calmarse y miró a Breck.
—Sra. Wall, por favor —insistió Breck, con su tono respetuoso de siempre.
Sadie miró a Laura una vez más y finalmente asintió con la cabeza.
Tal y como estaban las cosas, tendría que ver a Noah para comprender sus intenciones, quisiera o no.
Inclinándose, le susurró a su abuela:
—Volveré pronto, abuela.
Luego siguió a Breck fuera de la habitación del hospital.
Menos de una hora después, Sadie salió del ascensor en la última planta del edificio del Wall Group. Siguió a Breck y entró en una impresionante zona de recepción situada justo fuera de la oficina del director general.
El horizonte de la ciudad se veía a través de las altas paredes de cristal, y la decoración era sencilla pero elegante. Le recordaba a un hotel de cinco estrellas.
—Por favor, espere un momento, señora Wall —dijo Breck antes de llamar a la puerta del despacho del director general.
—Adelante —se oyó una voz grave y familiar desde dentro.
Breck abrió la puerta y se hizo a un lado, indicando a Sadie que entrara.
Ella entró en el despacho y se quedó paralizada.
Los muebles de la espaciosa oficina de Noah habían sido apartados. En el centro del suelo alfombrado había una enorme pila de juguetes: coches, robots, bloques de construcción e incluso peluches. La colorida colección estaba esparcida de forma caótica.
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