El arrepentimiento de mi exesposo - Capítulo 1240
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1240:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
No podía soportar la idea.
Apretó los puños con fuerza a los lados, clavándose las uñas en las palmas sudorosas hasta que le dolieron.
Sus manos estaban frías, pero húmedas por el sudor, temblando de miedo que no se atrevía a expresar en voz alta.
Fuera del quirófano, el tiempo transcurría con cruel precisión, cada segundo era como una aguja que pinchaba los nervios de Sadie.
Se quedó clavada en el sitio, sin saber cuánto tiempo llevaba allí, con las piernas entumecidas desde hacía rato.
Su mirada no se apartó ni un instante de las puertas, cerradas herméticamente como una cámara acorazada que guardaba el destino mismo.
Entonces, por fin, después de lo que pareció una eternidad, el duro resplandor rojo sobre las puertas se apagó. Las puertas se abrieron con un chirrido.
Sadie levantó la cabeza de golpe y se abalanzó hacia delante, casi tropezando con sus propios pies entumecidos.
Su corazón latía con fuerza, salvaje y frenético, como si fuera a salirse del pecho.
—¿Cómo está? —Su voz se quebró, temblando tanto como sus manos.
Hurst se quitó la máscara, dejando al descubierto un rostro marcado por el cansancio, aunque aún se aferraba a sus rasgos un rastro de su habitual despreocupación.
Su mirada se encontró con la de Sadie, cargada de vacilación, con una tormenta de palabras no pronunciadas arremolinándose en sus ojos.
La simple visión de su expresión le provocó un escalofrío que le atravesó el pecho.
¿Qué significaba esa mirada?
¿Por qué no decía nada?
¿Qué le había pasado a Noah?
¿Por qué Hurst no decía nada?
Sus pensamientos se arremolinaban, arañando su cordura.
La ya pálida tez de Sadie amenazaba con palidecer aún más, y su compostura pendía de un hilo.
Encuentra más en ɴσνєℓα𝓼4ƒα𝓷.𝓬𝓸𝓂 para ti
Entonces, por fin, Hurst dejó de fingir.
Había estado jugando con ella, castigándola un poco por la desconfianza que había mostrado antes.
Con un encogimiento de hombros lánguido, exhaló. «Relájate», dijo con suavidad. «Por ahora… ha salido adelante».
Las palabras golpearon a Sadie como si se hubiera roto una presa.
Las rodillas le fallaron y se quedó sin aliento al sentir que el peso aplastante del miedo se levantaba.
El alivio la invadió en oleadas: ¡Noah estaba vivo!
Su pecho se agitó y sus ojos se llenaron de lágrimas repentinas.
Se estabilizó, con el corazón acelerado de nuevo, esta vez por la esperanza, y se dispuso a entrar corriendo en el quirófano.
Hurst levantó rápidamente un brazo para bloquearle el paso. —Eh, espera —dijo, con la indiferencia desapareciendo de su voz—.
.
.
.
Nota de Tac-K: Tengan un muy agradable dìa lindas personitas. Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (ɔO‿=)ɔ ♥
.