El arrepentimiento de mi exesposo - Capítulo 1218
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1218:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
La pantalla se iluminó. La interfaz le resultaba familiar.
Abrió la aplicación de mensajes y comenzó a desplazarse por la bandeja de entrada.
Entonces sus ojos se fijaron en algo.
Un borrador de mensaje. Sin enviar. Fechado el mismo día en que Noah había sido rescatado de la aldea urbana.
Se le hizo un nudo en la garganta. Contuvo la respiración.
Con dedos temblorosos, lo abrió.
Las palabras la golpearon como un puñetazo.
«Jefe, el personal está en posición. Una vez que rescatemos a la Sra. Burgess, la llevaremos inmediatamente a las afueras y la esconderemos». Cada frase le golpeaba como una navaja.
Sadie apretó el teléfono con fuerza, clavándose las uñas en la palma de la mano.
¿Qué había pasado realmente ese día?
No quería creerlo.
Pero volvió a leer el mensaje, esta vez más despacio.
Cada palabra estaba allí. Fría. Clara. Inconfundible.
El teléfono era de Jack.
Y el destinatario predeterminado de ese mensaje… era el número privado de Noah.
Sadie se estremeció, un escalofrío le recorrió la espalda y se extendió por todo el cuerpo.
Hailey había sido secuestrada, Jack estaba gravemente herido al intentar proteger el teléfono y Stan estaba muerto.
¿Podía Noah ser realmente el cerebro detrás de todo esto?
No, no podía ser. ¡Era absolutamente imposible! Noah no podía haber hecho nada de eso.
Los pensamientos de Sadie estaban en confusión, girando y chocando entre sí. Sus emociones estaban igual de divididas.
Pulsó el botón de bloqueo del teléfono. La pantalla se oscureció y el deslumbrante mensaje desapareció en un abrir y cerrar de ojos.
Y, sin embargo, las palabras parecían haberse grabado a fuego en su mente.
¿Qué demonios estaba pasando? ¿Por qué Noah había salvado a Hailey?
Todas las promesas que le había hecho, todo el cariño y la calidez… ¿No eran más que mentiras? ¿Todo era parte de un elaborado engaño? La sola idea de esta posibilidad hizo que el corazón de Sadie se encogiera dolorosamente, dificultándole la respiración.
Cerró los ojos e inhaló lentamente, obligándose a calmarse. Respiró profundamente varias veces y, cuando volvió a abrir los ojos, su mirada era mucho más clara.
Era demasiado pronto para sacar conclusiones. Quedaban demasiadas preguntas sin respuesta.
Sadie sabía que tenía que iniciar otra investigación más exhaustiva.
Cogió el teléfono y llamó a Tina. Le contestaron al segundo tono.
.
.
.