El arrepentimiento de mi exesposo - Capítulo 1153
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Capítulo 1153:
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Samuel luchó por recuperar el aliento y, finalmente, se estabilizó lo suficiente como para hablar. «Es… Hailey. Han secuestrado a Hailey».
Las palabras cayeron sobre el grupo como una violenta tormenta, dejando a todos paralizados por la incredulidad.
¿Quién podría ser tan descarado como para llevar a cabo un acto tan atrevido? Arrebatar a alguien de las garras de las familias Wall y Castro… Solo un loco podría mostrar tal imprudencia.
Samuel sacudió la cabeza con desesperación, con la voz temblorosa por la urgencia. «¡Ya he enviado equipos para investigar! Nuestra gente estaba escoltando a Hailey a un lugar seguro y oculto cuando nos encontramos con Jack y Stan. Justo cuando nos preparábamos para salir del pueblo, un grupo de asaltantes desconocidos atacó: eran muchos y estaban fuertemente armados. ¡Nuestro equipo fue tomado por sorpresa, emboscado!».
Con cada palabra, el rostro de Samuel se ensombrecía aún más. —Jack recibió un golpe brutal y lo han llevado al hospital para recibir atención de urgencia. Y Stan… Stan también fue capturado por los atacantes.
Las sienes de Blaine palpitaban de furia y apretaba los puños con fuerza.
Era una auténtica vergüenza: bajo su vigilancia, Hailey había sido arrebatada como un trofeo de las manos de los Wall y los Castro.
La mirada de Blaine ardía con determinación. Estaba decidido a desenmascarar la audacia detrás de este insulto.
Al ver su ira creciente, Tina dio un paso adelante con cautela. —Cálmate —dijo en voz baja, frunciendo sus delicadas cejas con perplejidad—. Si vinieron a rescatar a Hailey, entonces deben de ser su gente. Pero ¿por qué se llevaron también a Stan? ¿No es el asistente del Sr. Howe?
Sus palabras cayeron como un jarro de agua fría, apaciguando momentáneamente la ira de Blaine.
Su expresión se endureció a medida que la razón se imponía.
Había algo raro en todo esto.
Llevarse a Hailey tenía sentido, al fin y al cabo era un rescate, pero ¿por qué Stan?
¿Acaso él sabía algún secreto que ellos querían?
¿O lo estaban utilizando como moneda de cambio contra el Grupo Howe? Las piezas aún no encajaban del todo, y la mente de Blaine se apresuró a resolver el rompecabezas.
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De repente, el grito aterrado de Nathan rompió el tenso silencio. —¡Sadie! Blaine se giró justo a tiempo para ver el rostro pálido de Sadie, cuyo cuerpo se desplomaba hacia el suelo.
Sin pensarlo dos veces, se abalanzó hacia delante y la atrapó sin esfuerzo antes de que cayera al suelo, acunándola como si no pesara nada, como un frágil tesoro entre sus brazos.
Su corazón latía con fuerza mientras el pánico se apoderaba de él. «¡Sadie! ¡Que alguien llame a un médico, rápido!».
Veinte minutos más tarde, en una habitación estéril del hospital, un médico se quitó el estetoscopio y dijo en voz baja pero firme: «Se ha desmayado por agotamiento y tensión emocional. Su cuerpo ha llegado al límite. El reciente aborto espontáneo la ha dejado muy débil. Debe evitar cualquier tipo de estrés o agitación emocional. Como familiares, es fundamental que se aseguren de que descansa completamente».
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