El arrepentimiento de mi exesposo - Capítulo 1152
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Capítulo 1152:
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Hizo una pausa pensativa antes de añadir: «En aquel entonces, el Grupo Wall no era estable.
Coyle y Sutton rondaban como buitres, listos para tomar el control en cuanto apareciera una grieta. Toda la corporación se encontraba en un estado de caos e incertidumbre. Con Noah sufriendo pérdida de memoria, las probabilidades estaban peligrosamente en su contra. Para protegerlo, y para estabilizar el Grupo Wall, no tuve más remedio que ocultar su verdadera identidad por el momento».
Las palabras de Sadie cayeron como piedras en aguas tranquilas.
De repente, todo cobró sentido.
No era de extrañar que Patrick siempre le hubiera parecido extrañamente familiar.
Esa autoridad tranquila que desprendía, ese aura intangible, siempre había pertenecido a Noah.
No había cambiado. Simplemente había olvidado quién era.
La revelación afectó a todos de manera diferente, pero a Nathan le golpeó como un martillo.
Un escalofrío le recorrió la espalda y un fino velo de sudor le cubrió la frente. Ese hombre en la habitación del hospital… ¿era Noah?
Había estado compitiendo por la atención de Sadie sin saber que se enfrentaba a su marido legal.
No era de extrañar que los ojos de Noah en Beversea parecieran capaces de atravesar el acero.
No era solo celos, era una advertencia.
Nathan tragó saliva con dificultad, sintiendo los latidos de su corazón retumbar en sus oídos.
Por fin comprendió la verdad. Sin saberlo, había provocado al único hombre que tenía todo el derecho a proteger a Sadie.
El miedo se apoderó de él.
No quería pensar en cuál sería su destino después de lo que había pasado.
Desesperado por decir algo, lo que fuera, Nathan carraspeó. —Bueno, Sadie —dijo con una leve sonrisa—, la crisis de mi familia por fin se ha resuelto. Todo ha vuelto a la normalidad… así que creo que es hora de romper oficialmente nuestro compromiso. Siento mucho todos los problemas que te he causado.
Sadie lo miró a los ojos, con expresión serena. —No tienes por qué disculparte. Yo debería darte las gracias. Si no hubieras traído a tu gente al patio trasero a través de la pared trasera cuando lo hiciste, quizá no habríamos salido tan bien de ese lío. Si el Grupo Higgins alguna vez se encuentra en apuros, puede contar con la ayuda del Grupo Wall.
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Los ojos de Nathan se iluminaron.
En ese momento, sintió de verdad que Sadie era una amiga en la que podía confiar.
Con sus palabras como consuelo, por fin tenía algo sólido que llevarle a su padre.
En ese momento, se oyeron pasos apresurados que se acercaban: Samuel había llegado.
Samuel se acercó, empapado en sudor, con el rostro desencajado por el pánico. —Señorita Hudson, ha ocurrido algo terrible, ¡una emergencia de las peores!
Samuel, que solía ser tranquilo y sereno, ahora parecía como si el suelo se estuviera derrumbando bajo sus pies, lo que provocó una ola de pánico en el pasillo. Blaine entrecerró los ojos y su voz cortó la tensión. «¿Qué ha pasado? ¿Por qué tanto pánico?».
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