El arrepentimiento de mi exesposo - Capítulo 1136
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Capítulo 1136:
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«Mantén la calma. He contactado con la policía local y nos respaldan totalmente».
Noah asintió secamente y tomó la pistola que le ofrecía Blaine. El metal le quemaba la palma de la mano con frialdad implacable.
Con precisión entrenada, inspeccionó el arma, luego la deslizó detrás de la cintura y se dirigió hacia el callejón sin detenerse ni un instante.
Blaine se colocó justo detrás de él.
«Hemos registrado las zonas este y norte, no hemos encontrado nada. La zona oeste sigue sin explorar. Samuel ha llevado un equipo al sur. Deberíamos tener noticias suyas en cualquier momento».
Noah no detuvo el paso. Simplemente asintió con la cabeza. —Entonces vamos al oeste.
En una casa destartalada y anodina escondida en lo más profundo del pueblo, Hailey estaba recostada en una silla de mimbre que crujía, con la mirada fija en el monitor de vigilancia que brillaba ante ella.
En la pantalla, Noah y Blaine aparecieron uno tras otro, avanzando por el estrecho callejón. Una sonrisa cruel se dibujó en los labios de Hailey, mientras sus ojos brillaban con una mirada predatoria.
De pie a su lado, Forest parecía todo menos tranquilo.
La arrogancia que había mostrado en el pasado, fruto de la codicia y el orgullo, se había desvanecido por completo, dejando solo un hombre tembloroso.
Sus ojos saltaban nerviosamente por la pantalla, siguiendo a los agentes bien armados. El miedo se retorcía en su pecho como un ser vivo.
Esto superaba todo lo que había imaginado.
Se retorció las manos, con gotas de sudor en las palmas.
—Hailey, ¿de verdad podemos derrotarlos? Han reunido un pequeño ejército… El terror se había clavado profundamente en su alma.
Si este plan fracasaba, no solo significaría la derrota, sino la destrucción total. El legado de los Burgess desaparecería para siempre.
Hailey giró la cabeza con deliberada lentitud, y su mirada lo atravesó como una espada helada.
Frunció el ceño con fastidio. Su voz rezumaba desprecio.
—¿Qué es esto? ¿Vuelves tan pronto a tus hábitos cobardes?
El rostro de Forest se sonrojó bajo su mirada fulminante. Abrió los labios, pero solo salió silencio, porque en su corazón el miedo lo dominaba por completo.
Hailey soltó un bufido despectivo y volvió a centrar su atención en el monitor. Cuando volvió a hablar, su voz transmitía un frío que calaba hasta los huesos, teñido de una determinación obsesiva.
—Cálmate, padre. Todo sigue desarrollándose exactamente según lo previsto.
Con una compostura ensayada, agarró la radio que tenía a su lado. —Empiecen —ordenó con autoridad gélida.
En el instante en que la palabra salió de sus labios, la pantalla de vigilancia se transformó. Desde posiciones ocultas, aparecieron escuadrones vestidos con trajes de combate negros como la noche, que avanzaban con una precisión fantasmal.
En cuestión de segundos, rodearon el callejón donde se encontraban Noah y Blaine, creando una trampa perfecta.
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