El arrepentimiento de mi exesposo - Capítulo 1124
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Capítulo 1124:
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Las manos de Alex se cerraron en puños, con los nudillos pálidos por la tensión.
Se quedó allí, mirando una vez a Sadie, serena, distante, y luego a Noah, que se mantenía firme, con una presencia inquebrantable.
Finalmente, Alex exhaló, con la frustración pesando en su pecho.
No había nada más que discutir. Sadie había dejado clara su postura.
Con movimientos rígidos y amargura grabada en sus pasos, se dio la vuelta.
Su retirada resonó débilmente en el pasillo, cada paso cada vez más lejano. Se oyó un suave clic: la puerta se cerró detrás de él. El silencio se instaló como el polvo.
Noah se dio la vuelta y se enfrentó a Sadie.
Ella parpadeó ligeramente, con el rostro inmóvil y pálido, y sombras acumulándose bajo sus ojos.
—¿Quieres comer algo? Puedo pedir que traigan algo. —Su voz era baja, teñida de afecto contenido.
La respuesta de Sadie llegó amortiguada desde debajo de las mantas.
—Deberías irte también. Necesito tiempo para pensar.
La mano de Noah se detuvo en el aire, paralizada mientras intentaba enderezar la manta.
Se quedó inmóvil. ¿Ella también quería que se fuera?
La comprensión le hirió profundamente, y un dolor floreció en su pecho.
Respiró hondo para calmarse y respondió en un susurro apenas audible.
«Está bien. Si necesitas algo… solo tienes que llamarme».
Bajó la mano lentamente, con renuencia. Apagó la lámpara de su cama, dejando solo el suave resplandor de una luz de pared.
Mientras cruzaba la habitación, sus ojos se posaron en ella, pequeña e inmóvil bajo las mantas. Se detuvo más de una vez, vacilante, y luego siguió adelante.
Pero en el momento en que cruzó la puerta, alguien que corría por el pasillo casi lo derriba.
Era Blaine, sudoroso, desaliñado, con la camisa medio por fuera, que se abalanzó hacia él.
—¿Cómo está Sadie? ¿Está bien?
Agarró a Noah por el brazo, jadeando, con la preocupación reflejada en cada palabra.
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En cuanto Blaine se enteró de que Farrell había intentado hacer daño a Sadie en Wall Manor, lo dejó todo —sin abrigo, sin pensárselo dos veces— y corrió hasta allí.
Noah frunció el ceño y apartó suavemente la mano de Blaine.
Ahora tenía una familia. No podía permitirse malentendidos, no con Sadie cerca.
Respirando hondo, Noah respondió en voz baja, con tono tranquilo pero grave.
—Ha perdido al niño. Farrell ha sido arrestado. Sadie ha sobrevivido… pero está destrozada por dentro.
Los ojos de Blaine se entrecerraron bruscamente al oírlo, y exhaló un largo suspiro.
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