El arrepentimiento de mi exesposo - Capítulo 1111
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1111:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
«Te lo has buscado tú mismo», dijo Sadie. «Es simplemente el precio que tienes que pagar».
Farrell echó la cabeza hacia atrás, con los ojos desorbitados y brillantes por las lágrimas, y soltó una carcajada estridente y maníaca. —¡Décadas de trabajo duro, pasando noches en vela, renunciando a todo, solo para llegar a un hospital privado de primer nivel como Ultracare! Y ahora, todo se ha ido al garete… ¡Lo has arruinado todo, zorra rencorosa y vengativa!
Parecía un hombre poseído, dispuesto a destrozar la habitación con sus propias manos.
Sadie sintió un escalofrío recorrer su pecho.
Echó un vistazo rápido a la habitación, pero el salón estaba vacío. No había nada que pudiera agarrar para defenderse.
Apretando los dientes, dijo: «Farrell, aún no es demasiado tarde para cambiar las cosas. Escucha, puedo ayudarte a encontrar trabajo en otro campo. Si quieres, incluso puedo darte el dinero que necesitas para empezar de nuevo. Piénsalo». Era lo único que se le ocurría para ganarle tiempo.
Farrell se detuvo y ella pensó que su determinación estaba flaqueando.
Pero entonces soltó otra carcajada, más fuerte y desquiciada que la anterior.
«¿Empezar de nuevo?», escupió, como si fuera lo más ridículo que hubiera oído en su vida. «¿Quién te crees que eres, Sadie? ¿Una santa? Te lo digo aquí y ahora: se acabó. Se acabó todo, y es culpa tuya».
Después de decir eso, Farrell volvió a levantar la daga. Pero antes de que pudiera atacar, oyeron sirenas aullando en el aire.
Todo el cuerpo de Sadie se relajó con alivio. ¡Gracias a Dios! La policía había llegado justo a tiempo.
Farrell se quedó paralizado, con los ojos muy abiertos por el susto. ¿Cómo habían llegado tan rápido?
Giró la cabeza, con los ojos desorbitados por el pánico, mirando en todas direcciones. El sonido de las sirenas resonaba por todas partes. No había salida.
La comprensión debió de despertar algo en su interior, porque de repente se abalanzó sobre Sadie y la agarró por el brazo.
Ella solo tuvo un segundo para registrar la intención asesina en su rostro antes de sentir el frío acero de la hoja presionando contra su cuello.
«Si quieres seguir con vida, más te vale que hagas exactamente lo que te digo. ¡Muévete!».
Encuentra más en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒα𝓷.𝒸ø𝗺 disponible 24/7
Sadie estaba muerta de miedo, por no mencionar el hecho de que estaba embarazada. No le quedaban fuerzas para luchar.
Farrell la había levantado tan bruscamente que la dejó mareada. Se habría caído de bruces si no fuera por el agarre mortal que él tenía sobre ella. En ese momento, el equipo de agentes armados ya había rodeado la casa. Con las armas desenfundadas, irrumpieron al unísono en el interior.
Pero todos se detuvieron en seco al ver lo que tenían ante sus ojos: una situación con rehenes.
El rostro del oficial al mando se tensó. Habían llegado un segundo demasiado tarde.
Los ojos enloquecidos de Farrell brillaron mientras gritaba: «¡Atrás! Si la queréis viva, traedme un coche con el depósito lleno y diez millones de dólares en efectivo. ¡Ahora! ¡Si intentáis algo, es hombre muerta! La liberaré cuando tenga el dinero y esté a salvo fuera de la ciudad!».
Los agentes se movieron inquietos y se miraron con temor. Estaban entre la espada y la pared.
.
.
.