El arrepentimiento de mi exesposo - Capítulo 1051
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Capítulo 1051:
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Sharon se refugió en recuerdos lejanos, con la frente arrugada por la concentración. «La tecnología forense de entonces palidecía ciertamente en comparación con los métodos actuales. Sin embargo, los detectives descubrieron un collar de perlas que adornaba a la víctima femenina, un accesorio que la señora Hudson llevaba habitualmente, y por lo tanto…»
Y así, sólo con esta frágil prueba, las autoridades habían establecido la identidad de los difuntos.
Concluir definitivamente que los restos pertenecían a la madre de Sadie, Brenda, basándose simplemente en un collar de perlas le pareció a Sadie terriblemente prematuro.
Un peso de plomo tiraba del corazón de Sadie, pero al mismo tiempo, un susurro de posibilidad parpadeaba de nuevo en su interior.
Si toda la determinación de las autoridades se había basado en nada más sustancial que un collar de perlas, tal vez todo el proceso de identificación había sido erróneo.
Cogió la mano curtida de Sharon entre las suyas y la guió hacia la fotografía de Laura.
Sadie señaló el par de urnas vacías situadas junto a la fotografía. «Sharon, ¿te resultan familiares estos recipientes?».
La atención de Sharon se desvió hacia las urnas. Al principio, la perplejidad nubló sus facciones, pero el reconocimiento hizo que sus pupilas se contrajeran drásticamente.
La incredulidad se apoderó de ella mientras se frotaba vigorosamente los ojos y se inclinaba hacia delante para inspeccionarlas más de cerca.
¿Podrían ser aquellos los recipientes que ella había elegido personalmente para albergar los restos terrenales de Dederick y Brenda hacía tantos años?
El recuerdo cristalizó con asombrosa claridad: ella había depositado cuidadosamente lo que creía que eran sus «cenizas» en aquellos recipientes y los había enterrado con sus propias manos.
¿Cómo era posible, entonces, que aquellos recipientes sagrados estuvieran vacíos?
La habitación se inclinó precariamente alrededor de Sharon, sus rodillas amenazaban con doblarse bajo el peso de esta revelación.
Sadie asintió, con voz temblorosa. «Fui al cementerio Evergreen esta noche, decidida a traer por fin a mis padres a casa. Pero cuando los abrí, las urnas no contenían nada más que vacío».
La sangre desapareció del rostro de Sharon, dejando su tez cenicienta y fantasmal.
Sacudió la cabeza negándolo con vehemencia y sus labios temblaron sin control. «No, es imposible… Recuerdo claramente…»
No cabía duda de que había entregado a Dederick y a Brenda a su última morada con sus propias manos.
Si esos recipientes siempre habían estado vacíos, ¿qué misterioso contenido había arrojado a la tierra hacía tantos años?
Esta horrible revelación recorrió su sistema nervioso como una cascada de agua helada, helándola hasta los tuétanos.
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