El Alfa y Luna: Un amor destinado al fracaso - Capítulo 178
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 178:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
La mirada de Mira se suavizó, pero solo un poco. El conflicto en sus ojos era evidente. Estaba dividida entre la ira que sentía hacia mí y el deber que sentía de proteger a la manada.
«¿Qué te hace pensar que alguien te escuchará ahora?», preguntó con voz aguda, la pregunta flotando en el aire como un peso.
«Has tomado tus decisiones. Nos has traicionado».
«Lo sé», susurré, con la voz vacilante de arrepentimiento.
—Pero no pido perdón. Pido una oportunidad. Una oportunidad para demostrar que puedo hacerlo mejor, que puedo ayudar a salvar la manada. No pediré perdón a Jaxon ni a Liora ahora mismo. Pero espero… que tal vez me escuchéis. Tal vez veáis que he cambiado.
Mira me estudió durante un largo momento, su mirada inquisitiva, sopesando mi sinceridad. Pude ver la vacilación en sus ojos, la duda que persistía. Pero también había algo más: un destello de esperanza, o tal vez solo el reconocimiento de que si no actuábamos pronto, podría ser demasiado tarde.
Finalmente, asintió con la cabeza, su voz se suavizó.
—No sé si podrás redimirte, Seraphina. Pero si lo que dices es cierto, y Morgath realmente está planeando algo tan peligroso, entonces tenemos que actuar. Tenemos que advertir a Jaxon. Te ayudaré. Haré lo que pueda.
Sentí una oleada de alivio invadirme, aunque se vio atenuada por la gravedad de lo que estaba por venir. Mira me ayudaría, pero aún quedaba mucho por hacer.
«Tenemos que avisar a Jaxon», dije, mientras un plan comenzaba a tomar forma en mi mente.
«Pero no podemos hacerlo solas. Los espías de Morgath están por todas partes. Tenemos que actuar con rapidez. Sabrá que vamos».
—Será consciente de nuestra llegada —respondió Mira, con tono firme y ojos entrecerrados con determinación.
Su mirada se volvió acerada, con determinación evidente en cada línea de su rostro.
—Encontraremos una solución. Pero debes demostrar tu lealtad. No más engaños, Seraphina. Si nos traicionas de nuevo, no habrá segundas oportunidades.
—Lo entiendo —respondí, con voz firme.
«No os decepcionaré».
Con la ayuda de Mira, creía que podía lograrlo. Juntas, alertaríamos a Jaxon, frustraríamos el plan de Morgath y rescataríamos a la manada. No sería sencillo, pero estaba preparada para afrontar cualquier desafío que se presentara. No podía cambiar el pasado, pero podía moldear el futuro. Y todo empezaba ahora.
Punto de vista de Liora
El peso de las palabras de Seraphina era demasiado para soportar mientras corría a buscar a Jaxon. Morgath estaba planeando algo mucho peor de lo que habíamos anticipado, reuniendo fuerzas de todos los rincones. Cada instinto en mí gritaba que no podíamos perder tiempo. Cuando entré en la habitación, Jaxon levantó la vista, su intensa mirada se suavizó al ver la preocupación en mi rostro. Sabía que el artefacto nos protegería, pero yo también tenía que hacer mi parte.
—Liora, ¿qué pasa? —preguntó, levantándose para encontrarse conmigo a mitad de camino, sin dejarme llegar al centro de la habitación.
Respiré hondo y le conté todo lo que Seraphina le había dicho a Mira.
—Morgath se está preparando para lanzar un ataque contra nosotros, y no solo con fuerza bruta. Su objetivo es romper nuestro vínculo especial, Jaxon. Está colaborando con poderosos hechiceros y, si no tenemos cuidado, nos destrozará a nosotros y a toda la manada. Tenemos que prepararnos ahora, el artefacto debe usarse de nuevo.
Jaxon apretó la mandíbula y su determinación se endureció.
—Así que la batalla se acerca antes de lo esperado. —Asentí y extendí la mano hacia él.
—Pero tenemos un as en la manga que Morgath desconoce: los artefactos. Hemos ganado su fuerza a través de nuestro duro trabajo, y ofrecen nuestra mejor oportunidad de defendernos de su magia. Si los usamos estratégicamente, no solo podremos protegernos, sino también desmantelar sus planes antes de que tomen forma.
Me apretó la mano, acariciando suavemente mis nudillos con el pulgar.
—Afrontaremos esto de frente, Liora, y le pondremos fin. No dejaré que nadie ponga en peligro lo que hemos construido. Nos sentamos a la mesa, con mapas y notas extendidos ante nosotros, elaborando un plan.
.
.
.