Destinos entrelazados - Mi bebé es hijo del CEO - Capítulo 449
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Capítulo 449:
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Al salir del hospital, los dos entraron al coche y se quedaron unos minutos con el motor apagado.
«Estoy tan feliz,» dijo él.
«Yo sé que lo estás,» dijo ella, tocando la mano de su marido. «Ahora tenemos que elegir un nombre para él,» agregó. «Confieso que, para las niñas, tenía varias opciones, pero de niño, esperaba que tú eligieras.»
«Pensé muchos,» dijo él. «Para ser honesto contigo, hasta pensé en la posibilidad de llamarlo Mario,» confesó.
«¿Y por qué no lo haces?» preguntó ella.
«Porque llegué a la conclusión de que no debería hacerlo. Aunque Mario no haya nacido, existió, y fue mi primer hijo. Independientemente de lo que pasó, no quiero borrar su memoria poniendo su nombre a otro niño, ni quiero que nuestro nuevo hijo cargue con esa responsabilidad. Quiero que cada uno tenga su propia identidad,» concluyó.
«Ethan, me parece tan hermosa la forma en que llegas a tus conclusiones,» dijo ella, con lágrimas en los ojos. «Estoy orgullosa de ti y sé que si Mario estuviera vivo, también estaría orgulloso.»
Al oír esto, él no pudo contenerse y comenzó a llorar.
Novela corregida y publicada en hispanovelas,com
Con toda la empatía y amor que sentía por su marido, lo abrazó, sabiendo que no importaba cuánto tiempo Mario seó su hijo amado, que jamás sería olvidado.
«Lo siento mucho, mi amor,» dijo ella, abrazándolo con más fuerza.
Hay ocasiones en las que las personas buscan palabras de consuelo, pero hay otras en las que un simple abrazo puede ser mucho más significativo.
Sofía llevaba exactamente treinta y siete semanas de embarazo. Como estaba casi al final de la gestación, le habían dado vacaciones. Aunque no quería, tuvo que aceptarlo al oír la justificación de su marido de que eso era uno de los beneficios de convertirse en su esposa.
Era viernes y aprovechó que la oficina estaba desocupada para hablar con ella por teléfono. «¿Cómo están las cosas en México?» preguntó.
«Estoy tomando clases de portugués todos los días y Mateo repasa todo conmigo por la noche. Ya hemos visitado varios lugares y cada semana nos quedamos juntos haciendo cosas de pareja.» La voz de Kate al otro lado de la línea sonaba tan feliz.
«¿Cómo te las arreglas estando sola todo el día?»
«Con las clases de portugués, solo estoy sola la tarde, así que aprovecho para dormir un poco,» se rió. «Mateo no me deja hacer nada en casa y siempre que puede, llega más temprano para estar conmigo. Me prometió que, en cuanto domine el portugués, me conseguirá un trabajo en la clínica para trabajar con él.»
«Eso es tan bueno,» comentó Sofía. «Lo digo porque me encanta seguir trabajando al lado de Ethan.»
«Ustedes se ven muy bien, ¿verdad?» preguntó Kate.
«Sí, jamás habría imaginado que aquel hombre con esa manera extraña de hablar era, en realidad, un hombre cariñoso y romántico.»
«Estoy tan feliz por ti, amiga. Recuerdo todo lo que pasaron para llegar a donde están, te juro que si alguien intenta interponerse entre ustedes dos, iniciaré la Tercera Guerra Mundial.»
«No es para tanto,» argumentó Sofía. «No hay nadie en nuestro camino y sé que Ethan me ama lo suficiente como para no dejar que nadie se interponga,» explicó. «Yo lo amo tanto que hasta duele, ay,» gimió.
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