Destinos entrelazados - Mi bebé es hijo del CEO - Capítulo 443
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Capítulo 443:
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Sofía asintió con los ojos llenos de lágrimas. «Calma, señor conejo. Deja que el pastor termine la boda,» dijo Kate, haciendo que el momento se volviera más distendido, ya que no aguantaba más las lágrimas.
«¿Qué historia es esa del señor conejo?» preguntó Sofía, sonriendo entre lágrimas.
«Es una larga historia, amor, no le hagas caso», respondió, soltando una risa.
El pastor continuó la ceremonia y, después del intercambio de anillos, dijo algunas palabras más y concluyó la boda. Todos comenzaron a festejar.
Todo en aquella noche fue perfecto, no hubo nada que pudiera haber sido mejorado. Después de saludar a los invitados y conversar un poco con cada uno, los dos se quedaron un momento a solas en la mesa de la cena, que había sido separada exclusivamente para los recién casados.
«Estoy ansioso por nuestra luna de miel», dijo él, acariciando a su esposa y besándola.
«Ni me lo digas, quiero tanto un momento a solas contigo», respondió ella.
«Ya no estaremos más solos», dijo él, tocando el vientre de su esposa.
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«Intentamos librarnos un poco de Ava, pero tendremos un ‘invitado’ en nuestra luna de miel», bromeó ella.
«Amor, ¿tienes idea de lo feliz que estoy?», preguntó él. «Hoy es el día más feliz de mi vida, no tienes idea de la adrenalina que me dio cuando contaste sobre el embarazo. Mis ganas eran de secuestrarte de allí, llevarte lejos y llenarte de besos.»
«¿Te gustó, Ethan?», preguntó ella con una sonrisa.
«Me encantó, no veo la hora de acompañarte en todo este proceso y estar a tu lado en el momento del parto, sintiendo la misma emoción que sentí cuando estuve en el de Ava, aunque aún no sabía que ella era mi hija.»
«Esa bebita fue promovida a hermana mayor», comentó ella.
«Y pronto este de aquí será promovido a hermano del medio», confesó él.
«Calma, señor conejo», pidió ella.
Al ver la cara de incomprensión de Ethan, comenzó a reír, pensando que ya no había nada más que pudiera pedirle a Dios en ese momento.
Se había casado con el hombre que amaba y formado la familia que, en sus mejores sueños, nunca pensó que existiría.
Mientras estaban en el avión que los llevaría a su luna de miel, Ethan observaba a su esposa, que estaba dormida. Mientras la admiraba, notaba su rostro calmo y sereno, transmitiendo una sensación tan buena. Era todo lo que había buscado durante largos años.
Aunque el vuelo era corto, pues viajaban a Tulum, México, notó que Sofía se había quedado dormida rápidamente. Tal vez estuviera cansada por la fiesta de la boda, o quizá ese sueño debía ser por el nuevo embarazo.
Ethan aún pensaba en todo lo que había pasado durante la ceremonia de la boda. De todos los regalos que había recibido, aquel sin duda era el mejor. Un nuevo bebé estaba en camino, y esta vez podría participar en todo, desde el inicio de la gestación.
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