Destinada a mi gran cuñado - Capítulo 260
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 260:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Se sentó en el sofá, encendió un cigarrillo y exhaló el humo.
Sus ojos volvieron a los de ella y dijo: «Habla».
Ella sintió una punzada en el corazón por su distancia. Ni siquiera se acercó a ella como solía hacer.
¿Era por la llegada inesperada de su exnovia?
Sophia se acercó lentamente a él hasta llegar al sofá donde estaba sentado.
—Cariño —murmuró.
Bryan la miró fijamente y dijo: —No deberías llamarme así delante de ella.
—¿Por qué? ¿Por qué no puedo llamarte así delante de ella? —preguntó ella inmediatamente.
Bryan no respondió. Se limitó a mirarla fijamente. Ella lo miró a la cara, tratando de averiguar si estaba enfadado.
Seguía pensando en él, no en sí misma.
De repente, se sintió cohibida. Bajó la cabeza, pensando en lo que pasaría si Mila se lo hubiera quitado.
La sola idea de que Bryan la dejara le sacudió el corazón.
Dio un paso adelante y se arrodilló frente a él. Antes de que él pudiera decir nada, se inclinó hacia él y apoyó la cabeza en su muslo. Cerró los ojos para controlar las lágrimas y murmuró: «Si vuelvo a hacer algo que te enfade, puedes castigarme, Mate. Pero, por favor, no dejes que esa mujer se acerque a ti otra vez».
Bryan miró su cabeza. Levantó la mano izquierda y se la puso sobre la cabeza. Mientras fumaba, le acarició suavemente el pelo.
No respondió ni reaccionó a su petición. Sophia sintió que una lágrima le resbalaba por la mejilla. Se la secó antes de que pudiera tocar los pantalones de Bryan.
Actualizaciones diarias desde ɴσνєℓα𝓼4ƒαɴ.ç𝓸𝗺 sin interrupciones
Su otra mano descansaba sobre el muslo de él, acariciándolo suavemente con el pulgar mientras cerraba los ojos. Incluso su ligero roce en el pelo la hacía sentir tranquila.
Había olvidado todo lo que había presenciado al entrar en la cabaña. La razón era sencilla: no quería perder a este hombre.
Era su pareja, su segunda oportunidad en la vida. Después de todo lo que Bruce le había hecho, sabía que no podría soportar que su hermano también le hiciera daño.
Quería aferrarse a este hombre, por cualquier medio necesario.
Al cabo de un rato, abrió los ojos al oír la voz de Bryan.
—Deja de pensar en nada más. Concéntrate en tu trabajo y en tus estudios.
Ella levantó la cabeza para mirarlo. —¿Y nosotros? ¿Estamos bien?
Él frunció el ceño ante su pregunta. Se inclinó para mirarla de cerca y sus ojos recorrieron el contorno de su rostro. Su expresión de angustia le llamó la atención. Movió la mano y la posó suavemente sobre su mejilla.
Ella se inclinó hacia su mano y cerró los ojos.
Pero entonces, se levantó rápidamente y se sentó en su regazo. Él apartó bruscamente la mano que sostenía el cigarrillo, evitando por poco quemarla. Sin embargo, cuando ella le rodeó el cuello con los brazos y apoyó una mano en su hombro, él permaneció en silencio.
.
.
.