Destinada a mi gran cuñado - Capítulo 233
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Capítulo 233:
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Adon también permaneció en silencio. El trayecto en coche estuvo lleno de silencio.
A Sophia se le ocurrió que Adon la estaba ayudando por segunda vez.
—Gracias.
—¿Por qué?
—Nos hemos visto dos veces y me has ayudado en ambas.
—Podemos volver a vernos si quieres.
Ella lo miró con el ceño fruncido. Él tenía la mirada fija fuera del coche.
No sabía qué intenciones tenía al decir eso, pero no podía volver a verlo a menos que fuera por negocios. Era feliz con Bryan y no quería más problemas en su vida. De repente, murmuró: «Sabes que tengo pareja».
Él se volvió hacia ella y le preguntó: «¿Y?».
Ella apartó la mirada y respondió: «A mi pareja no le gusta que hable con otros hombres».
—Ya veo —murmuró él, observando su rostro.
Sophia le dijo al conductor que detuviera el coche cuando llegaran cerca de su casa. —Adon, muchas gracias.
Abrió su bolso y sacó su tarjeta de visita. Se la entregó y dijo:
—Puedes ponerte en contacto conmigo si necesitas ayuda en el futuro. Haré todo lo que pueda.
Después de coger la tarjeta, Adon la examinó detenidamente. Algo le llamó la atención y frunció el ceño.
—¿Secretaria personal de Bryan Morrison?
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Ella carraspeó y respondió educadamente: —Sí. Ya que ha venido aquí para reunirse con el Alfa Bryan, puede ponerse en contacto conmigo para la reunión. Haré todo lo posible por concertarle una cita, aunque los dos próximos días serán muy ajetreados.
Al oírla, él arqueó una ceja. —¿Una cita para reunirme con él?
—Por supuesto. ¿Qué pensaba? Es una persona muy ocupada. Reunirse con él no es tarea fácil. Los demás alfas tienen que concertar una cita con él con al menos un mes de antelación.
—Muy bien —respondió él, asintiendo con la cabeza.
Ella sonrió y se giró para abrir la puerta, pero se detuvo cuando él dijo: «¿No quieres saber quién soy?».
Ella no se giró hacia él, sino que esperó a que continuara. Sentía que conocer a ese hombre había sido una suerte para ella. Cada vez que se veían, ella y Bryan se acercaban más. La última vez era el cumpleaños de Bryan y todo se había arreglado entre ellos. Y hoy, aunque Bryan estaba enfadado con ella, la había vuelto a llamar.
Adon no dijo nada, como si esperara su respuesta.
—Sí, quiero saberlo. Pero sé que no estás dispuesto a decírmelo, así que no pasa nada —respondió ella, volviéndose hacia él.
Una sonrisa se dibujó en los labios de Adon. —Solo nos hemos visto dos veces, pero en solo dos días ya me conoces muy bien. Estoy impresionado.
Sophia se rió entre dientes ante sus palabras. Tenía la impresión de que era un buen chico. Con sus vaqueros informales y su camiseta blanca, parecía más joven.
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