Destinada a mi gran cuñado - Capítulo 226
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Capítulo 226:
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Sophia se levantó y salió de su despacho para prepararle una taza de café a Bryan.
Al acercarse a la cafetera, vio a Selene allí de pie. —Hola, señorita Selene.
—Hola, Sophia. ¿Cómo estás? ¿Qué tal los exámenes?
Sophia le contó cómo le habían ido los exámenes. Justo cuando iba a prepararle el café a Bryan, Selene la detuvo.
—No hace falta que le prepares café al Alfa.
—¿Por qué? —preguntó Sophia, confundida.
—Se ha ido de la empresa hace unos minutos.
Sophia levantó las cejas, sorprendida. —¿Adónde ha ido?
—¿Cómo voy a saberlo?
—Pero si soy su secretaria. No sé dónde está.
—No pasa nada. Puedes tomarte un descanso o ponerte en contacto con Alpha si te necesita.
—Tienes razón.
Sophia regresó a su cabina y marcó el número de Bryan. No respondió, lo que la hizo sentir ansiosa por la situación.
«¿Por qué me castigas así, compañero? ¿No ves cuánto te quiero? Cada una de tus acciones me duele».
Sophia se sentía impotente. Se recostó en su silla e intentó concentrarse en los proyectos que Bryan acababa de asumir.
Sin embargo, su mente seguía divagando sobre dónde podría estar Bryan.
¿Habría ido a la casa de la manada?
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Seguro que había ido a la casa de la manada, como antes. Su madre está enferma, pensó. De repente, algo le vino a la mente. ¿Le habría dicho algo malo su madre sobre ella?
Era capaz de hacerlo. Sophia no confiaba en esa mujer. La mujer que había ofrecido dinero para que se fuera de su hijo era capaz de cualquier cosa.
Sophia llamó a Delta Edger para averiguar dónde estaba Bryan. Le dijo que Bryan no estaba de humor para hablar.
Solo pudo hacerle una pregunta a Edger: «¿Está bien?».
Edger se quedó callado un rato antes de responder: «Está bien. ¿Quién sería tan valiente como para pensar en hacerle daño al alfa Bryan?».
Sophia se pasó todo el día en la oficina. Bryan no volvió a la empresa. Ella tampoco lo llamó.
Si él se preocupaba por ella, seguramente la llamaría.
Cuando llegó la hora de salir de la oficina, Sophia cerró su despacho con llave y se dirigió al despacho de Bryan para preparar todos los archivos.
«¿No es extraño? Como secretaria, mi trabajo es estar siempre a tu lado, pero aquí estoy, trabajando junto a otros empleados».
Suspiró y salió del despacho de Bryan. Después de despedirse de los demás empleados, se marchó de la empresa.
Mientras se dirigía a la parada del autobús, se sentía derrotada.
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