Destinada a mi gran cuñado - Capítulo 138
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 138:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Todos a su alrededor notaron el cambio. Su personalidad alegre era lo que más llamaba la atención.
Cualquiera que la mirara podía decir que estaba floreciendo como una hermosa flor.
—Señorita Sophia, ¿podría hablar con Alpha sobre esto? —le preguntó una joven del departamento de marketing.
Sophia estaba preparando café para Bryan cuando la mujer se acercó.
Sophia sonrió cortésmente, pero sus cejas arqueadas no pudieron ocultar su sorpresa.
—Señorita Livia, ¿por qué cree que Alpha me escucharía?
—Todos sabemos que Alpha te escucha. La última vez, salvaste al director Troy de perder su reputación después de la presentación.
Sophia carraspeó y negó con la cabeza.
Unos días antes, Troy había olvidado llevar el pendrive que contenía todos los archivos de la presentación. Como resultado, su equipo no pudo presentar nada durante la reunión y tuvo que solicitar que se pospusiera.
Bryan estaba tan enfadado que casi despide a Troy. Sin embargo, Sophia le pidió a Bryan que fuera a la sala de conferencias delante de todos. Dijo que Troy lo compensaría con su esfuerzo.
Bryan era tan frío que intimidaba a los demás, y todos pensaron que Sophia era una tonta por pedirle eso.
Pero, para sorpresa de todos, Bryan miró a Troy con dureza y le dijo que era su última advertencia.
Desde ese día, todos comprendieron el poder que tenía Sophia. ¡Era capaz de convencer al Alfa Bryan!
Encuentra más en ɴσνєℓα𝓼𝟜ƒα𝓷.𝒸ø𝓂 antes que nadie
Por eso Livia acudió a ella ahora, pidiendo unos días más para presentar la inspección del mercado de consumo.
«Mire, señorita Livia. Solo soy su secretaria personal», dijo Sophia.
Livia le tomó las manos y le suplicó.
«Sophia, por favor. Mi madre está enferma. No pude ir al campo y dedicar mucho tiempo a la inspección. Por favor, pídale que me dé dos días más. Te prometo que presentaré el gráfico de ventas completo y todas las demandas del mercado de consumo. También tendré que trabajar con el departamento de promoción y publicidad».
Cuando Sophia oyó que la madre de Livia estaba enferma, se le derritió el corazón. Recordó que su propia madre también estaba enferma y padecía una enfermedad cardíaca.
Sentía el dolor y la responsabilidad de Livia.
Suspiró y respondió:
«Está bien, veré qué puedo hacer por ti».
Los ojos de Livia se iluminaron. —Muchas gracias, querida.
—Pero solo dos días, ¿de acuerdo? —le recordó Sophia.
Livia asintió. —Sí, solo dos días.
—De acuerdo.
Tras terminar la conversación, Sophia cogió la taza de café de Bryan y se dirigió a su oficina.
Al pasar junto a otros empleados, soportó sus miradas y simplemente los ignoró.
.
.
.