Destinada a mi gran cuñado - Capítulo 125

Capítulo 125:

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Troy sintió una oleada de miedo al mirar a los ojos de Bryan. Su mirada penetrante estaba fija en él. ¿Por qué Bryan parecía tan furioso?

Bryan se dio cuenta de las expresiones asustadas de los demás, se rió entre dientes y luego volvió la cabeza hacia Sophia, que ahora estaba de pie a su lado. La rodeó con el brazo por la cintura y la atrajo hacia sí.

Sophia se sorprendió, al igual que los demás.

«La verdad es que me siento desorientado cuando ella no está a mi lado. Al fin y al cabo, es mi secretaria personal por una razón».

Los demás hombres intercambiaron miradas y bajaron la cabeza.

«Permítanos retirarnos».

Bryan asintió. Troy miró la mano de Bryan que rodeaba la cintura de Sophia y luego volvió a mirar a Bryan.

«¿Quieres que te firme una carta de permiso para que te vayas?». La voz de Bryan era aguda y fría, y sacudió a Troy hasta lo más profundo.

Inmediatamente negó con la cabeza y se inclinó. «Le pido disculpas si le he ofendido, Alfa. Me voy».

Sophia se volvió y vio a Troy salir del club con los demás. Luego se volvió hacia Bryan y apartó su mano de su cintura.

«¿Por qué has hecho eso?».

Se le frunció el ceño. «¿Qué he hecho?».

«¿Por qué has insultado a Troy delante de todos?».

Bryan la miró con ira, claramente molesto por su pregunta.

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«Podría haberlo acompañado. La reunión ya ha terminado. Le has hablado así y le has hecho sentir humillado».

«¿Por qué te importa él?

«Me importa porque es mi amigo».

Él se burló. «Sí, ya sé qué tipo de amigo es».

Sophia sintió que estaba siendo grosero. Podría haber rechazado a Troy educadamente. Ella ya le había dicho a Troy que iría con él. Entonces, ¿por qué Bryan se enfadó de repente?

Sophia se alejó y se sentó en uno de los sofás.

—Iré sola —murmuró, cruzando los brazos.

Bryan la miró fijamente durante unos segundos. Ella le echó un vistazo y luego se dio la vuelta para que él no pudiera ver su rostro.

—Si eso es lo que quieres, entonces está bien —dijo él, alejándose en dirección contraria.

Sophia se quedó boquiabierta ante su reacción.

Los demás hombres la miraron desde diferentes direcciones y ella se dio cuenta de sus miradas.

«¡Qué persona tan arrogante! Ni siquiera admitió que se había equivocado. Ahora, ¿qué pensará Troy de nosotros? Creerá que le mentí aquel día y que los rumores son ciertos. Solo tenía un amigo en la oficina. Pero este hombre me lo ha arrebatado».

Habían pasado diez minutos desde que Sophia se sentó en el sofá en silencio. Algunos hombres se acercaron a ella, pero los ignoró y fijó la mirada en Bryan, que estaba bebiendo en la barra.

En el momento en que vio a una joven acercarse a él, apretó los puños.

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