Deja que te lleve el corazón - Capítulo 748
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 748:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Floyd golpeó el suelo con su bastón en un arrebato de ira. —¡Habla! Quiero saber toda la verdad.
Solo entonces Cameron comenzó a explicarlo todo con detalle.
«En la fiesta de fin de rodaje, un sirviente derramó accidentalmente unas bebidas sobre el vestido de Gracie. Mientras ella se cambiaba en una de las habitaciones de invitados, Joseph entró a escondidas. Después…».
Waylon se puso rígido y su expresión se volvió notablemente más fría. Cameron sintió un escalofrío recorrerle la espalda mientras dudaba. Floyd le lanzó una mirada afilada, instándole en silencio a continuar.
«Después de eso, Norene también entró en la habitación de invitados. Lo que pasó dentro, solo ella lo sabe».
Norene se apresuró a defenderla. «¡Abuelo, yo soy inocente! Me enteré de la aventura de Gracie y Joseph, y por eso entré. No tenía ni idea de que ella iba a darme la vuelta así».
Waylon no dijo nada, pero su expresión gélida lo decía todo.
Floyd volvió a golpear el suelo con su bastón, con evidente frustración. —¡Es ridículo! Gracie nunca haría algo así. ¡La conozco bien!
Waylon, imperturbable, mantuvo la mente fija en la tarea que tenía entre manos. —¿Dónde está? —exigió saber.
Norene se dio cuenta al instante de que se refería a Joseph, pero fingió no entenderlo.
—¿A quién se refiere, señor Hughes? —preguntó inocentemente.
—Ya sabes a quién me refiero, Joseph —dijo Waylon con firmeza—. Llámalo ahora mismo.
Antes de que pudiera decir nada más, Floyd se dio cuenta rápidamente.
Encuentra más en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒαɴ.c♡𝗺 con sorpresas diarias
—Esto debe tener algo que ver con Joseph —murmuró.
Tratando de evitar sospechas, Norene dudó, pero finalmente marcó el número de Joseph mientras ellos la observaban. En su interior, rezó para que no contestara.
Pero, para su consternación, Joseph respondió.
—Tú… —comenzó Joseph, pero antes de que pudiera decir nada, ella lo interrumpió con un insinuante: «Joseph, fue Gracie quien se te insinuó, ¿verdad? El Sr. Hughes está aquí conmigo, así que debes decir la verdad. Si no, ya sabes las consecuencias».
En el sótano mal iluminado, Joseph miró a Gracie, que colgaba en el aire, y sonrió maliciosamente.
—Así es. Ella fue quien me sedujo. Ya que el Sr. Hughes está allí, mejor pásale el teléfono —dijo.
Cuando Gracie oyó «Sr. Hughes» en el teléfono, apartó la mirada brevemente y sus ojos delataron un destello.
Joseph se acercó a ella, se llevó un dedo a los labios en señal de silencio y pulsó el botón del altavoz.
—¿Dónde está? —La fría voz de Waylon resonó en el teléfono.
Una sonrisa maliciosa se dibujó en el rostro de Joseph.
—Parece que ya lo has adivinado. Gracie está aquí conmigo —respondió con tono malicioso.
—¿Cuál es tu precio? —preguntó Waylon.
Al oír las palabras de Waylon, Joseph soltó una carcajada burlona. Parecía que Joseph había hecho la apuesta correcta. Gracie era sin duda el punto débil de Waylon.
.
.
.