Deja que te lleve el corazón - Capítulo 625
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 625:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Gracie abrió los labios para responder, pero Lorenzo siguió hablando. «En aquella época, cuando estábamos juntos, te acordabas de todo sobre mí: mis comidas favoritas, mis manías, incluso los comentarios triviales que hacía de pasada. Lo apreciabas todo».
Sus palabras la tocaron en lo más profundo, arrastrándola de vuelta al laberinto de su pasado compartido. Los recuerdos de su matrimonio volvieron a inundarla.
En otro tiempo, había amado a Lorenzo con una devoción que lo consumía todo.
Pero con el tiempo, su aprecio por el amor de ella se había marchitado, sustituido por la indiferencia.
Cuando nació Paulina, las prioridades de Lorenzo cambiaron por completo. La empresa se convirtió en su refugio, un campo de batalla donde libraba su guerra por el éxito.
Gracie, por su parte, soportaba sola el peso del hogar, incluso cuando Zaria se mudó con el pretexto de ayudar con la niña. En lugar de alivio, la presencia de Zaria trajo caos, dejando a Gracie con la tarea de recoger todos los pedazos.
Observando desde su posición privilegiada, Waylon frunció el ceño y su expresión se volvió fría.
Gracie sintió un escalofrío recorrer su espalda, pero lo descartó como el aire frío de la noche.
—Si hubiera estado ahí para ti y para Paulina como debería haber estado, ¿habríamos acabado de otra manera?
Sus palabras le revolvió el estómago, dejándole un sabor amargo. —Lorenzo, deja de soñar. Llevamos seis meses divorciados. ¡Seis meses! ¿No te parece absurdo sacar esto ahora?
Y era aún más inapropiado decir esas palabras en presencia de Cecilia.
Ella se dio la vuelta, dispuesta a marcharse, pero Lorenzo la agarró por los hombros. Había visto a Waylon.
Tu lectura favorita sigue en ɴσνєʟα𝓼4ƒα𝓷.c○𝗺
—Dime, Gracie —preguntó Lorenzo, alzando la voz y con tono más incisivo—. ¿Estás con Waylon solo para vengarte de mí?
Waylon, que estaba a punto de intervenir, se quedó paralizado.
La respuesta de Gracie fue inmediata. —Sí.
Lorenzo aflojó el agarre y le soltó los hombros. —Entonces sigues enamorada de mí, ¿no? Quieres hacerme daño porque aún sientes algo por mí.
Su expresión se endureció en un ceño fruncido. —Si piensas así, Lorenzo, necesitas algo más que un consejo, necesitas un médico.
Pero Lorenzo, sin inmutarse, continuó: —Respóndeme a esto. ¿Amas a Waylon?
Gracie dudó un momento.
Waylon, como si percibiera su renuencia, dio un paso adelante. —Ya tenemos la licencia de matrimonio. ¿Cómo podría no amarme?
Sorprendida, Gracie se dio la vuelta. Sus ojos se abrieron de par en par al encontrarse con los de él.
¿Cuánto tiempo llevaba allí? ¿Cuánto había oído?
Su mirada volvió a Lorenzo, dándose cuenta de lo que estaba pasando. No era una muestra espontánea de emoción, era algo calculado. Lorenzo quería que Waylon oyera cada palabra, con la esperanza de sembrar la duda entre ellos.
Dada su larga relación, parecía que había aprendido algunos trucos de Norene en cuanto a este tipo de artimañas.
Waylon se acercó a ellos con paso decidido y autoritario. Gracie sintió que su cuerpo se tensaba a medida que él se acercaba. Sin decir una palabra, le colocó un abrigo negro de lana sobre los hombros.
.
.
.