Deja que te lleve el corazón - Capítulo 593
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 593:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
«Gavin, ven aquí».
«¡Mamá!». El niño corrió emocionado hacia su madre.
—Gavin, papá volverá pronto. Cuando llegue, finge que estás enfermo, ¿vale?
Sin que Norene lo supiera, Floyd, que estaba a punto de bajar las escaleras, había oído cómo le enseñaba a Gavin a fingir que estaba enfermo.
Lorenzo llegó a casa poco después, con cara de preocupación al ver a Gavin.
—Gavin, dile a papá dónde te duele.
Gavin se señaló el pecho y susurró débilmente: —Papá, me duele aquí.
El rostro de Lorenzo se tensó con preocupación.
Recordó que el médico había dicho que este tipo de dolor a veces se producía como parte de una reacción de rechazo. —Vamos, vamos. Papá te llevará al hospital.
—No quiero ir. Odio los hospitales. Papá, solo quiero que te quedes conmigo.
Gavin se aferró al brazo de Lorenzo, sin querer irse.
—No necesita ir al hospital.
Floyd bajó lentamente las escaleras, apoyándose en su bastón. Tenía el rostro serio.
—Señor Palmer.
Lorenzo bajó inmediatamente la cabeza y lo saludó con respeto.
Norene se adelantó rápidamente y preguntó: —Abuelo, ¿qué te ha hecho bajar?
Extendió la mano para sostener a Floyd, pero él la apartó. —Puede que me esté haciendo viejo, pero mi voluntad sigue siendo fuerte. No necesito tu ayuda.
Su voz denotaba cierta irritación, lo que dejó a Norene desconcertada. Ella no había hecho nada malo ese día, y él seguía siendo difícil de complacer.
Descúbrelo ahora en ɴσνєʟα𝓼4ƒ𝒶𝓷.ç𝓸m sin censura
Floyd se dejó caer en una silla cercana, agarrándose con fuerza al bastón. Hizo un gesto a Gavin. —Ven aquí.
Gavin miró a Norene. Cuando vio que ella negaba con la cabeza, siguió con la actuación, fingiendo que le dolía.
—Me siento muy mal —gimió, retorciéndose en el sofá.
Lorenzo, con el rostro lleno de preocupación, dijo: —Sr. Palmer, llevaré a Gavin al hospital primero.
Pero Floyd llamó al mayordomo. —Cameron.
—Sí, señor Palmer. ¿En qué puedo ayudarle?
—Ve a buscar el juguete que le di a Gavin.
—Enseguida, señor.
En cuanto Gavin oyó «juguete», se le iluminaron los ojos y dejó de retorcerse en el sofá.
Lorenzo se detuvo, sin saber qué estaba pasando.
En poco tiempo, Cameron hizo que dos sirvientes trajeran el regalo. Era un coche eléctrico para montarse, muy caro.
Norene se apresuró a decir: «Abuelo, este regalo es demasiado. ¡Deberías devolverlo!».
Sin embargo, Gavin ignoró por completo las palabras de su madre. Saltó del sofá y corrió directamente hacia el coche de juguete, abrazándolo con fuerza.
.
.
.