Deja que te lleve el corazón - Capítulo 538
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 538:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Floyd la miró fijamente. «Te arañó un gato cuando eras pequeña. Una cosa es que lo hayas olvidado, pero ¿has olvidado que eres alérgica al pelo de gato?».
Norene se sobresaltó. ¿Podía Gracie ser alérgica al pelo de gato?
Sus ojos delataron un atisbo de alarma.
Floyd debía de estar empezando a sospechar de ella. ¿Cuál sería su siguiente movimiento?
Norene pensó rápidamente en una excusa.
—De niña era alérgica a los gatos, pero eso cambió cuando mi padre adoptivo trajo uno a casa. Con el tiempo, mi alergia desapareció.
Floyd escuchó la historia de Norene y decidió no responder. Norene añadió: «Te debo una disculpa por mi comportamiento en el hospital, abuelo. Me pasé de la raya con mis duras palabras. Mi infancia no fue fácil; mi padre adoptivo bebía mucho y era abusivo tanto con mi madre adoptiva como conmigo. Ella falleció poco después».
Floyd sintió una punzada de empatía por Norene.
A pesar de sus duras experiencias, la había juzgado demasiado rápido.
Suavizó el tono y dijo: «Lo que más me molestó fue tu falta de honestidad, Norene. Dijiste que Gracie te empujó por las escaleras, y eso no era cierto. Fue egoísta por tu parte hacer una acusación tan falsa. No podía aceptar que mintieras sobre un asunto tan grave».
—Abuelo, yo… —Tomada por sorpresa, Norene estuvo a punto de replicar, pero se contuvo.
Era cierto que alguien la había empujado y, aunque no había visto quién había sido, estaba segura de que solo Gracie podría haberlo hecho.
Sin embargo, su abuelo se había puesto del lado de Gracie. Dijera lo que dijera, parecía inútil.
Tu fuente es ɴσνєʟα𝓼4ƒ𝒶𝓷.𝒸ø𝗺 que te atrapará
Así que no tuvo más remedio que decir: —Tienes razón, abuelo. Quizá ese día me torcí el tobillo y me caí. Al ver a Gracie allí, saqué conclusiones precipitadas. No era mi intención mentir sobre ella.
Floyd, tranquilo tras su confesión, asintió con la cabeza. —Me alegro de que te hayas dado cuenta de tu error. Asegúrate de pedirle perdón a Gracie.
Norene sintió que se le quitaba un peso de encima al ver que su abuelo había cambiado de opinión.
—Lo haré, abuelo. Te lo prometo.
—Bien, ahora ve a buscar a Nathaniel. Tenemos que hablar.
—Entendido, abuelo. Iré a buscarlo ahora mismo.
Norene salió de la habitación y buscó rápidamente a Nathaniel.
Cuando Nathaniel entró, Norene cerró discretamente la puerta detrás de él, pero su curiosidad pudo más que ella y se quedó para escuchar.
Estaba ansiosa por escuchar la conversación de Floyd con Nathaniel.
—Nathaniel, ¿has avanzado en la investigación que te encargué? —preguntó Floyd.
.
.
.