Deja que te lleve el corazón - Capítulo 527
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 527:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
Norene estaba igual de sorprendida. «No puede ser. ¿Cómo es posible que Gracie sea Alex? Tiene que haber algún error».
Lorenzo se dio cuenta entonces de que no había oído mal. Giovanna corrió hacia el portátil y vio que la página oscura volvía a estar activa.
No podía negarlo: las habilidades de Gracie eran muy superiores a las suyas.
Giovanna no habría sido capaz de restaurar la web oscura, pero Gracie lo había hecho.
La fuerza de Phantom parecía igualar el nivel de Alex.
¿Podría Gracie ser realmente Alex?
La idea asustó a Giovanna, pero rápidamente la descartó.
Parecía imposible; Gracie no podía ser Alex.
Waylon miró a Gracie, con expresión indescifrable. ¿Podría ser solo una coincidencia?
Norene, cada vez más sospechosa, se acercó a Moss. —Señor Branson, ¿está seguro de que no se ha equivocado? He conocido a Alex y sé que es un hombre, no ella.
Moss le dedicó una sonrisa de satisfacción.
—¿No ha oído hablar de algo llamado «cambiador de voz»?
Norene dudó, con una mirada de incertidumbre en los ojos. —Pero…
Moss la interrumpió. —Las apariencias engañan, pero las habilidades no mienten. Estoy seguro de que es Alex.
Despidió a Norene con una mirada y se volvió hacia Gracie. —Querida Alex, ¿considerarías unirte a nuestra dark web? Te garantizo que recibirás el mejor trato y el mejor sueldo.
La multitud murmuró emocionada al difundirse la noticia: Gracie estaba siendo abordada por el cerebro detrás de la dark web.
Actualizaciones diarias desde ɴσνєℓα𝓼4ƒα𝓷.ç0𝓂 para seguir disfrutando
«Realmente debe de ser Alex», dijo alguien, con voz teñida de incredulidad.
«¿Quién hubiera imaginado que el infame hacker que sacudió al mundo es en realidad una mujer?».
«Cierto», intervino otro. «¿No dijo alguien antes que se comería su sombrero si Gracie resultaba ser Alex? ¿Por qué no dice nada ahora?».
«¿Qué hacemos?», susurró una tercera persona nerviosa. «¿Y si Alex escuchó lo que dijimos antes? ¿Podríamos haberla molestado?».
«Sería horrible», murmuró alguien, con tono inquieto. «Alex tuvo el valor de entrar en el sistema de la dark web. Si quisiera, probablemente podría acceder a cualquiera de nuestros teléfonos».
Gracie miró fijamente a Moss, con expresión gélida mientras hablaba. «No restauré el sistema de la dark web porque apoye vuestras acciones. Pero… lo entenderéis cuando volváis».
Se detuvo deliberadamente, dejando la frase sin terminar en el aire.
Si Moss se daba cuenta de que ella había manipulado su sistema de la dark web, no había duda de que perdería los estribos.
—Alex, ¿estás diciendo que no te interesa unirte a la dark web? —preguntó Moss, con tono casi suplicante. Aún no estaba dispuesto a rendirse.
Para la dark web, perder a alguien de su calibre sería un revés devastador.
.
.
.