Deja que te lleve el corazón - Capítulo 420
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 420:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
«Buenos días, Waylon», le dijo con tono alegre. Waylon ni siquiera levantó la vista, como si no la hubiera oído.
Gracie lo miró fijamente, con cara de desconcierto.
¿Qué le pasaba?
¿Había hecho algo para molestarlo?
Entonces, de repente, recordó algo que Waylon le había dicho una vez: solo podía beber cuando él estaba presente.
Se le encogió el corazón. ¿Era ese el problema? ¿Estaba enfadado por lo de la noche anterior?
Tratando de mantener la calma, Gracie tragó saliva y mantuvo una expresión neutra. Empezó a caminar hacia la puerta, con la esperanza de escabullirse sin empeorar las cosas.
Pero justo cuando llegaba a la puerta, su voz rompió el silencio. —Quieta ahí.
La orden la paralizó en seco y su rostro se llenó de temor.
Cuando Gracie se dio la vuelta, sus labios se curvaron instantáneamente en una suave sonrisa de disculpa.
—Waylon, todos fueron muy amables al organizar un banquete para mí anoche. Si no hubiera bebido, habría sido una descortesía. Solo tomé un poco, no mucho.
Waylon frunció el ceño y su expresión se volvió seria. —¿Lo que dijiste mientras estabas borracha era sincero? —preguntó con calma.
Gracie se quedó paralizada, tomada por sorpresa por la pregunta.
¿Qué había dicho?
Mientras se devanaba los sesos, un recuerdo vívido afloró inesperadamente. «Waylon, eres el hombre más guapo que he visto en mi vida. ¿Cómo puede alguien ser tan guapo?».
Solo disponible en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒαɴ.c♡𝗺 con nuevas entregas
Al recordar aquellas palabras, Gracie esbozó una sonrisa incómoda, tirando torpemente de las comisuras de la boca.
«Por supuesto que era sincero», respondió, tratando de parecer tranquila y segura.
El ambiente alrededor de Waylon pareció cambiar, volviéndose más frío y pesado en un instante.
¿Significaba eso que sus palabras a Lorenzo también eran sinceras? Temiendo que él la presionara más, Gracie añadió rápidamente: «Llego tarde al trabajo. Tengo que irme ya».
Sin esperar respuesta, dio media vuelta y salió corriendo por la puerta.
Una vez fuera, se detuvo y miró nerviosamente por encima del hombro. Se llevó una mano al pecho y exhaló temblorosamente, pensando en lo agotador que era estar cerca de Waylon.
Gracie tomó nota mentalmente: probablemente sería prudente mantenerse alejada del alcohol a partir de ahora.
Entonces se dio cuenta de que era fin de semana. Al fin y al cabo, no tenía que ir corriendo al trabajo.
En otro lugar, en una tranquila habitación de hotel, Lorenzo se movió y abrió los ojos, solo para descubrir a una mujer acostada en sus brazos.
Parpadeó y la miró fijamente. Era Mona.
Una oleada de sorpresa lo recorrió.
¿Cómo había terminado en la cama con ella?
En ese momento, se oyó un fuerte golpe en la puerta.
.
.
.