Deja que te lleve el corazón - Capítulo 210
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 210:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
La mirada de Gracie se posó brevemente en el Bugatti de Waylon. Se dio cuenta de que el daño era apenas un arañazo y no le impresionó.
Norene, ajena a la marca del coche de Gracie, continuó: «Tengo una idea. No involucremos a las compañías de seguros. Paga setenta mil y quedamos en paz. ¿Qué te parece, Gracie?».
Gracie no pudo reprimir una mueca de desprecio. —Sra. Hughes, ¿está segura de que aprobó el examen de conducir? Usted nos ha dado por detrás. Es culpa suya. ¿Por qué tenemos que pagarle nada?
Solo entonces Norene se fijó en el Bugatti aparcado delante de ella.
—Un momento, ¿este coche es de alquiler? —preguntó, sacando un grueso fajo de billetes de su bolso y tendiéndoselo a Gracie.
—Solo es un rasguño sin importancia —dijo con indiferencia—. Esto debería ser más que suficiente. Y, sinceramente, si no hubieras conducido tan despacio, no te habría golpeado. ¿No crees que tú también tienes parte de la culpa?
Gracie miró a Norene con una mirada gélida. —Aunque vendieras tu coche, no cubriría ni una parte del coste de repintar el nuestro.
Norene se burló y puso los ojos en blanco. —Solo es un Bugatti. Lo estás haciendo parecer algo que no es.
Lorenzo intervino con tono impaciente. —Gracie, no exageres. Todos sabemos que no eres la mejor conductora. Coge el dinero y acabemos de una vez.
Waylon miró a Lorenzo, y su expresión se ensombreció con desaprobación. Estaba claro que Lorenzo ni siquiera reconocía un Bugatti cuando lo veía, lo que confirmaba su falta de valía como posible heredero de la familia Hughes.
Incluso si Lorenzo lograra encontrar a Alex algún día, Waylon sabía que tendría que reconsiderar seriamente quién merecía el legado familiar.
Mientras tanto, Norene vio a su hijo por el rabillo del ojo. Había salido del coche y ahora estaba rayando la superficie del Bugatti con una llave, dejando un arañazo visible.
Su rostro se tensó brevemente, pero rápidamente se recompuso, fingiendo no darse cuenta.
—Gracie, coge el dinero. No te estamos pidiendo que pagues la reparación de nuestro coche. ¿Te parece bien?
Gracie abrió la boca para negarse, pero antes de que pudiera hablar, Norene le puso el dinero en la mano.
Sigue leyendo en ɴσνєℓα𝓼𝟜ƒα𝓷.𝒸ø𝓂 con contenido nuevo
Sin esperar respuesta, agarró a Lorenzo y a su hijo y los llevó rápidamente hacia su coche.
La mirada de Waylon se posó en el arañazo reciente de la puerta del Bugatti. Su expresión se volvió sombría y apretó la mandíbula.
Gracie siguió su mirada y, cuando vio el daño, sintió cómo la ira la invadía. Corrió tras Norene y la detuvo justo cuando estaba a punto de subir al coche.
—Norene —exigió Gracie con voz aguda—, ¿tu hijo ha hecho ese arañazo en nuestro coche?
Norene se volvió hacia ella, fingiendo inocencia. —Gracie, ¿qué tonterías estás diciendo? ¿No te di ya el dinero? ¿Estás intentando pedir más?
—Deja de fingir. Hay una cámara justo ahí —dijo Gracie, señalando la cámara de vigilancia cercana—. Si no lo vas a admitir, siempre podemos comprobar las imágenes.
.
.
.