De Exesposa Humilde a Magnate Brillante - Capítulo 746
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Capítulo 746:
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«¡Oh, va a ser brutal! No lo llaman la carrera de la muerte por nada. De todos los enfrentamientos a vida o muerte que hay, este es el que más cadáveres se lleva».
«Haría falta un milagro para que alguno saliera vivo. Es muy probable que los dos mueran, sobre todo Alfred. La última vez estuvo a punto de morir».
«¿No es extraño? Alfred parece decidido a acabar con esa mujer. ¿Tienen algún tipo de rencor ancestral o qué?».
La multitud murmuraba nerviosa mientras Chloe y sus amigos intercambiaban miradas de inquietud.
«¿Por qué quiere matar a Christina? Siempre ha sido tan dulce. ¿Qué habrá hecho para acabar en su lista negra? Tenemos que impedir que acepte esta locura». Chloe apretó los puños con fuerza y clavó la mirada en la pantalla gigante, negándose a moverse.
«Aún hay tiempo para detener esto». La voz de Elliott era baja, con el ceño fruncido mientras miraba de reojo a Dylan.
Dylan apretó los labios antes de darse la vuelta bruscamente y marcharse. Al verlo, Elliott se volvió hacia los demás y dijo: «Quedaos aquí. Iremos a ver qué pasa».
Dicho esto, salió corriendo tras Dylan.
Terrence entrecerró los ojos y fijó la mirada en la pantalla, donde los dos oponentes permanecían rígidos por la tensión. Su mirada era gélida, como una víbora lista para atacar a Alfred donde más le dolía. ¿Este hombre se atrevía a ir tras Christina? Estaba prácticamente suplicando que lo destruyeran.
—Señor Branson, aquí tiene la información que solicitó. —Un subordinado se acercó y le entregó el informe a Terrence con respetuoso silencio.
Terrence hojeó el expediente y su expresión se ensombreció con cada línea. La investigación rastreó una transferencia sospechosa a una de las cuentas offshore de Alfred… y luego, silencio. Un callejón sin salida.
Pero Terrence no necesitaba que le explicaran el resto. Ya sabía dónde se estaba gestando el peligro.
—Sr. Branson, ¿quiere que suspendamos la carrera? —preguntó el subordinado con cautela.
Terrence no respondió de inmediato. Sus ojos permanecieron fijos en la pantalla. Su mirada intensa, casi posesiva, se suavizó ligeramente cuando se posó en Christina. Ella se mantenía erguida, tranquila y serena, como si pudiera soportar cualquier cosa que el mundo le arrojara, incluso si todo se derrumbara. Cada segundo, se volvía aún más magnética, atrayéndolo hacia ella. Pero ¿por qué se había mezclado con esa gente?
Apretó el informe con fuerza, como si pudiera acabar con toda la amenaza con un solo apretón. Si quería protegerla, tenía que alejarla de aquellos que querían hacerle daño. Todos y cada uno de ellos merecían morir.
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—¿Señor Branson? —lo llamó el subordinado.
Los ojos de Terrence brillaron con amenaza y, sin volverse, respondió con frialdad: «Todavía no». Necesitaba ver qué decisión tomaría Christina. Quería ver qué tipo de fuego ardía dentro de la mujer que había captado su atención.
Mientras tanto, Katie se burló. —Christina solo ha ganado por pura suerte y ahora se cree intocable. Nadie en su sano juicio se apuntaría a una carrera mortal. Aceptar es como firmar una sentencia de muerte.
La idea de que Christina probablemente acabara volada en pedazos al participar en la carrera mortal provocó un escalofrío de placer en Katie. Esa mujer insufrible por fin iba a encontrar su fin.
Yolanda compartía ese sentimiento y sonrió para sí misma al imaginar que ese sería el capítulo final de Christina. Esa mujer insoportable finalmente sufriría un destino peor que la muerte. Qué despedida tan maravillosa.
Aun así, a pesar de su cruel alegría, Yolanda se puso una máscara de preocupación. —La tasa de mortalidad en la carrera mortal es aterradora. Han muerto muchos allí. Si Christina realmente acepta esto, me temo que…
Su voz se apagó y sus ojos se llenaron de lágrimas, fingiendo emocionarse. —Brendon. —Lo miró, dándose cuenta de lo callado y preocupado que parecía.
—Tú…
Estaba a punto de fingir que instaba a Brendon a intervenir, pero antes de que pudiera terminar, él se dio la vuelta y se alejó sin decir una palabra.
El pánico se apoderó del pecho de Yolanda. Corrió tras él, gritando: «¡Brendon! ¿Adónde vas?».
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Nota de Tac-K: Linda semana amadas personitas, nuevos capítulos el día viernes y nuevas novelas mañana. Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. ദ്ദി(˵ •̀ ᴗ – ˵ ) ✧
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