De Exesposa Humilde a Magnate Brillante - Capítulo 703
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 703:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Alita cruzó los brazos, con irritación en los ojos. «Sinceramente, la familia Reed es irritante. Se quedan sentados mientras nosotros hacemos todo el trabajo sucio. ¿Y cuando terminamos? Se llevan todo el mérito y nos dejan las migajas. No puedo tolerarlo más».
«No tenemos más remedio que aguantar por ahora. Seguiremos las órdenes hasta que llegue el momento adecuado, y cuando llegue…». Jorge hizo una pausa y se pasó la mano por el cuello con un gesto cortante. «No lo verán venir».
La voz de Alita se redujo a un susurro amargo. —No somos más que peones para ellos. Nos tratan como sirvientes. ¿Y nuestros hijos? Están creciendo con las mismas cadenas. Esto solo terminará cuando caigan los Reed.
Jorge asintió lentamente, con un brillo peligroso en los ojos. —Esperaremos el momento oportuno. Y cuando llegue, lo tomaremos todo.
Mientras los Delgado estaban ocupados tramando su ascenso, no se dieron cuenta de que la soga ya se estaba apretando. Sus enemigos estaban más cerca de lo que pensaban, y no vivirían para ver la caída que soñaban para los Reed.
A la mañana siguiente, tan pronto como Christina entró en el comedor, Chloe se abalanzó hacia ella con los ojos brillantes y traviesos.
—¡Christina! ¿Fuiste al club de boxeo clandestino anoche sin mí? —se quejó Chloe, con tono burlón pero con un puchero. —¿Por qué no me llevaste?
Christina abrió la boca para responder, pero Chloe no había terminado. —Te escapaste con Eloise —añadió dramáticamente—. ¿Ya no me quieres?
En ese momento, Eloise entró y escuchó el final de la exagerada queja de Chloe. Sus ojos se abrieron con sorpresa, suaves y como los de una cierva, mientras se apresuraba a explicar: —No, no, no es eso. Por supuesto que nos gustas.
«¿De verdad?», preguntó Chloe parpadeando, con los labios aún fruncidos en un puchero. «Porque no me lo pareció cuando os fuisteis sin mí».
—Solo estábamos preocupadas —dijo Eloise con dulzura—. Podría haber sido peligroso. No queríamos que te hicieras daño.
«¿Ah, no? ¿Y vosotras no estabais preocupadas por vosotras mismas?», preguntó Chloe, cruzando los brazos con indignación y dando un pequeño pisotón.
—Bueno… —titubeó Eloise, claramente desconcertada por la pregunta. Miró a Christina en busca de ayuda.
Christina se rió y se acercó para acariciar suavemente la cabeza de Chloe. —Está bien, nos has pillado. Deberíamos haberte traído. Ha sido culpa nuestra —dijo con calidez—. ¿Qué tal si te compensamos? Más tarde te llevaremos a divertirte, solo nosotras tres.
Historias exclusivas en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒαɴ.c♡𝗺 para más emoción
El humor de Chloe cambió al instante. Su puchero desapareció, sustituido por una amplia sonrisa mientras se cogía del brazo de las dos. «¡Trato hecho!», dijo alegremente.
Eloise observó a Chloe con leve asombro. No esperaba un cambio tan rápido. Al parecer, solo había hecho falta un poco de reconocimiento y una promesa para que Chloe volviera a estar de buen humor.
Chloe, ahora llena de energía, saltaba ligeramente sobre sus talones. «¡Vamos, pensemos en algo divertido!».
«¿Qué tal un juego de misterio y asesinatos?», propuso Christina con una sonrisa juguetona.
«¡Sí! ¡Me apunto!», exclamó Chloe radiante.
«¿Qué tema elegimos?», preguntó Eloise, con la curiosidad despertada.
Christina ladeó la cabeza pensativa y luego levantó las cejas con una sonrisa pícara. —Hagamos algo espeluznante. Quizás un tema de terror inmersivo.
En ese momento, Dylan entró en la cocina, tras terminar de preparar el desayuno. Escuchó la última parte de la conversación y arqueó una ceja. —¿Un tema de terror? Chloe se asusta con facilidad. ¿Seguro que le apetece?
.
.
.