De Exesposa Humilde a Magnate Brillante - Capítulo 482
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Capítulo 482:
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«Está bien. Entonces espera hasta que todo se aclare. Me aseguraré de que me entregues ese acuerdo tú mismo», dijo Christina con un ligero encogimiento de hombros. Estaba segura de que podría eliminar el veneno de Eloise y de que Brendon perdería la apuesta.
Su tono tranquilo y seguro le irritaba. La Christina que tenía delante le parecía distante, orgullosa, intocable y completamente inalcanzable. No era la mujer que él recordaba. Y, por alguna razón, eso le dolía.
—He aceptado la invitación a tu fiesta de compromiso. ¿Hay algo más? —preguntó Christina, mirando a los dos.
—No. Eso es todo —respondió Brendon con expresión fría. La vio darse la vuelta y alejarse sin mirar atrás, y una ola de frustración lo invadió.
Brendon apartó el brazo de Yolanda y murmuró, frunciendo el ceño: «Hace un poco de calor».
Luego se dio la vuelta y se marchó. Yolanda se quedó paralizada, sintiéndose herida y furiosa.
Algo en Brendon había cambiado, y no a su favor.
En el momento en que Christina entró en el patio de la villa, Chloe corrió hacia ella como una brisa de alegría.
—¡Christina, por fin has llegado! —dijo Chloe sin aliento, lanzándose a los brazos de Christina—. Te he echado mucho de menos.
Christina sonrió y le devolvió el abrazo, acariciando suavemente la cabeza de Chloe. —Yo también te he echado de menos.
—¿Tienes hambre? —preguntó Chloe emocionada, apartándose—. Le he pedido a la cocina que prepare todos tus platos favoritos. Está todo listo.
Los labios de Christina se curvaron en una suave sonrisa. —Un poco, sí, me encantaría.
—¡Genial! Vamos a comer —dijo Chloe, cogiendo a Christina del brazo mientras entraban en casa—. Dylan está en la oficina, así que por ahora estamos solas.
—De acuerdo —asintió Christina, caminando junto a Chloe. Tras una breve pausa, miró a Chloe con suave preocupación—. ¿Cómo te encuentras hoy?
El rostro de Chloe se iluminó aún más. —¡Mucho mejor! Veo con claridad y estoy en mejor forma que antes. King es increíble. Todavía no puedo creer lo rápido que me he recuperado.
Hablaba con admiración, con voz llena de asombro. —En serio, ¿cómo puede alguien ser tan hábil? Las habilidades médicas de King superan todo lo que he visto nunca. Y Dylan prácticamente ha vuelto de la muerte gracias a King. Si alguna vez tengo la oportunidad de conocer a King en persona, le daré las gracias de todo corazón. Ningún regalo sería suficiente.
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Continuó, con la voz llena de emoción, alabando a King una y otra vez. Su admiración se hacía más profunda con cada palabra, sin darse cuenta de que la persona a la que tanto admiraba estaba justo a su lado. Christina escuchaba en silencio, con un ligero rubor en las mejillas.
De repente, al darse cuenta de que quizá se había excedido, Chloe sonrió tímidamente. «Vaya, me he ido por las ramas, ¿verdad? Pero, sinceramente, Christina, para mí eres igual de increíble».
Christina sonrió, con voz tranquila y afectuosa. «Y tú, Chloe, eres igual de increíble».
Las dos se dirigieron al comedor, charlando y riendo por el camino.
Cuando se sentaron a comer, Christina se sintió verdaderamente feliz. Para ella, eso era lo que realmente importaba en la vida: apreciar los momentos sencillos y hermosos. El trabajo duro no era más que un camino hacia esa felicidad. No había necesidad de buscar sin cesar el sentido de la vida. Simplemente vivirla bien y aceptar sus altibajos era suficientemente significativo.
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