De Exesposa Humilde a Magnate Brillante - Capítulo 458
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 458:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
«Sé exactamente lo que es», dijo Christina con calma inquebrantable. «Pero ya lo he regalado».
«Deberías pensarlo bien», insistió Robin, suavizando el tono. «Si cambias de opinión más tarde, será demasiado tarde».
Christina solo sonrió y negó con la cabeza. «Un regalo, una vez dado, nunca se devuelve. No te preocupes, no me arrepentiré».
La multitud quedó en silencio, atónita. Nadie se lo esperaba. Una silenciosa ola de culpa recorrió a los invitados. La habían juzgado mal, midéndola según sus propias expectativas limitadas. Habían asumido cosas demasiado rápido, sin ver la fuerza y la dignidad que se escondían tras su sonrisa.
Kurt preguntó por segunda vez: «¿De verdad no te arrepientes?».
Christina lo miró a los ojos y respondió simplemente: «Sí».
Al ver su postura inquebrantable, Kurt comprendió que hablaba en serio. Hubo una pausa reflexiva antes de que volviera a hablar. «Si alguna vez cambias de opinión, la oferta seguirá en pie hasta que utilice esta oportunidad de tratamiento. Sin embargo, una vez utilizada, no habrá vuelta atrás».
Christina soltó una risita. «Quédate tranquilo, Kurt. No te lo pediré».
Con eso, la conversación pasó a un segundo plano y la fiesta de cumpleaños continuó.
Poco después, el teléfono de Lorraine sonó con una llamada de su mentor. Al terminar la llamada, se volvió hacia el grupo. «Mi mentor acaba de llegar. Voy a acompañarlo dentro».
Celine se ofreció inmediatamente: «Déjame acompañarte».
Juntas, las dos mujeres salieron del salón de banquetes para recibir al mentor de Lorraine.
En la entrada, justo detrás de las puertas de hierro de la finca de los Miller, Lyman Patel esperaba con el ceño fruncido, delatando su irritación. Como autoproclamado protegido de Tiana, no esperaba este trato por parte de los Miller. Kurt lo había invitado a una reunión, pero nada más llegar, lo detuvieron en la puerta y le dijeron que esperara a que Lorraine saliera a acompañarlo. ¡Qué indignante!
Su paciencia se agotaba y su descontento se hacía más evidente con cada segundo que pasaba. Durante el trayecto, se había sentido orgulloso al pensar que alguien de la talla de Kurt lo reconocería. Pero ahora solo sentía indignación.
La alegre voz de Lorraine interrumpió sus pensamientos gruñones. —¡Sr. Patel! —Se apresuró a acercarse con una brillante sonrisa.
Actualizaciones diarias desde ɴσνє𝓁α𝓼4ƒα𝓷.c♡𝓂 de acceso rápido
En cuanto apareció Celine, el personal de seguridad abrió la ornamentada puerta antigua, permitiendo la entrada a Lyman.
Las expectativas de Lyman eran otras: había imaginado que el propio Kurt estaría allí para recibirlo. En cambio, solo Lorraine y Celine salieron a darle la bienvenida, lo que él interpretó como una clara falta de respeto.
Con expresión fría, Lyman se volvió hacia Lorraine y dejó que su irritación se manifestara. —¿Hay alguna razón por la que solo ustedes dos hayan venido a recibirme? —preguntó con voz seca y cortante.
Lorraine le dio una explicación en tono amable. «Esta es la señora Celine Miller, mi madrina. El señor Kurt Miller nos ha pedido que le recibamos, ya que está atendiendo a unos invitados importantes».
La excusa calmó la irritación de Lyman. Al fin y al cabo, era comprensible que quisiera estar con invitados distinguidos.
Lyman contuvo su descontento y se volvió hacia Celine con una sonrisa. —Sra. Miller, soy el profesor de piano de Lorraine. Es un placer conocerla —dijo con suavidad, aunque su expresión seguía siendo distante y su respeto por las mujeres era superficial.
.
.
.