De Exesposa Humilde a Magnate Brillante - Capítulo 455
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 455:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
King siempre había sido conocido por su naturaleza esquiva y sus métodos poco convencionales. Los encuentros con King eran poco frecuentes, pero aquellos que llamaban su atención eran considerados increíblemente afortunados. La familia Miller tuvo una suerte increíble al ser abordada por King.
«¿De verdad es King? ¿O es un impostor?».
«¿Quién sabe? Nadie ha visto nunca a King ni sabe cómo es».
«Si realmente es King, los Miller acaban de dar el golpe de su vida. ¿Cambiar unas pocas reliquias familiares por la posibilidad de una cura? Es más que justo».
Los invitados murmuraban entre ellos, y la emoción crecía como una marea creciente. Sus voces se superponían, alimentadas por la envidia y la curiosidad. En secreto, todos esperaban que King reconsiderara su decisión y los eligiera a ellos. Una suerte así no se presentaba dos veces.
Incluso Dylan, que solía ser la imagen de la compostura, mostró un sutil cambio en su expresión.
Kurt intercambió miradas con su familia, tratando de ocultar su creciente emoción. «¿Cómo sé que realmente eres King?», preguntó, con tono firme y comedido.
La voz mecánica respondió, fría e indiferente: «No te preocupes. Cuando tu…
«Tu familia realmente me necesite, iré… y entonces tomaré lo que quiera».
«¿Qué es exactamente lo que quieres?», insistió Kurt, sin perder un instante.
La voz mecánica se quedó en silencio. No parecía tanto una vacilación como una reflexión, como si la figura invisible estuviera decidiendo cuidadosamente qué reclamar a la familia Miller.
Los invitados se quedaron quietos, sin atreverse a respirar demasiado fuerte. Todos los ojos permanecieron fijos en la pantalla, esperando, escuchando, esperando no perderse ni una sola palabra.
Finalmente, la voz mecánica volvió a hablar. —Solo ese adorno dorado.
Los gritos se extendieron por la sala como la pólvora.
«¿Qué? ¿El rey solo quiere esa baratija?».
«Quizás el rey se refiere a otro adorno. No tiene por qué ser ese, que apenas vale mil ochocientos».
«No es posible que el rey se refiera a la pieza que vale menos de dos mil. El rey no sería tan tonto como para cambiar algo tan valioso como una cura por eso».
Encuentra más en ɴσνє𝓁α𝓼4ƒα𝓷.ç◦𝓂 antes que nadie
Nadie podía entenderlo. ¿El rey, el legendario sanador, eligiendo como pago una baratija tan insignificante y a menudo despreciada? Era difícil de creer.
Los Miller se miraron entre sí, tan atónitos como todos los demás.
Pero Dylan permaneció tranquilo, sin sorprenderse por el anuncio. Él entendía algo que los demás no. King nunca elegía basándose en el dinero o la apariencia. Las elecciones de King no tenían nada que ver con la lógica o el valor. Lo que King pedía siempre se reducía a una cosa: los propios deseos impredecibles de King.
Kurt se detuvo a pensar, luego se volvió hacia Robin y le dijo: «Trae ese adorno dorado que acabas de colocar».
«Ahora mismo». Robin se dirigió directamente al lugar más destacado y recuperó el adorno dorado que había sido cuidadosamente colocado anteriormente.
Sosteniéndolo frente a la imponente pantalla, Kurt preguntó: «¿Es este el adorno al que te referías?».
La voz mecánica respondió sin dudar: «Sí, esa pequeña cosa llamativa. La vi en cuanto la vi».
.
.
.