De Exesposa Humilde a Magnate Brillante - Capítulo 335
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 335:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Liza se acercó con los ojos llorosos y la voz temblorosa, como si estuviera ensayando para una telenovela.
«Christina, entiendo que estés enfadada, pero no puedes difamarnos así. Solo era un programa de entrenamiento normal. Nada peligroso. Nada que pusiera en peligro la vida. Quizás algo salió mal por el camino».
Liza no se atrevió a negar la existencia del campamento, ya que ya se había mencionado. En su lugar, se aferró a la versión de que era perfectamente seguro y rutinario. Siguió insistiendo en que Christina lo había malinterpretado todo.
«¡Puta desagradecida!», espetó Yvonne a Christina.
—Mamá lo ha hecho todo por ti, ¿y así es como se lo pagas?
«Yvonne, basta. No le hables así a tu hermana», la regañó Liza con suavidad, fingiendo sentirse dolida por la discusión.
«Está confundida. Pronto verá la verdad. No tenemos nada que ocultar».
Christina se rió con sarcasmo.
«¿Que no tenemos nada que ocultar? Es ridículo que lo digas tú. Da igual lo que diga, ya habéis decidido negarlo todo. Incluso con pruebas, lo achacaríais a un error administrativo y saldríais impunes».
Christina lo vio claro. Liza ya había preparado la excusa: algún departamento en algún lugar había metido la pata y no era culpa suya. Así que cualquier prueba que presentara sería descartada como un error administrativo que, por casualidad, la había enviado a ese infierno de campo de supervivencia.
«¡Entonces enséñanos la maldita prueba!», gritó Yvonne.
«¿Así nos pagas después de todo lo que hemos hecho por ti? ¡Serpientes desagradecidas!».
«Ya he malgastado suficiente saliva en este circo». Christina se dio media vuelta, dispuesta a marcharse.
Liza se interpuso rápidamente entre ellas, bloqueándole el paso.
—Por favor, Christina. Vuelve a casa. Te daremos la empresa… y las acciones también. Todo. Solo vuelve con nosotros.
—¡Mamá! —gritó Yvonne, agarrando a Liza por el brazo y tirando de ella hacia atrás.
Solo disponible en ɴσνєʟα𝓼4ƒ𝒶𝓷.c🍩𝗺 en cada capítulo
—¿Estás loca? ¿Dale la empresa? ¿Y las acciones? ¿Para qué?
Su rabia estalló, provocándole otro fuerte ataque de tos que sacudió todo su cuerpo. Liza frunció el ceño, claramente molesta. ¿Cómo podía ser su hija tan estúpida y no darse cuenta de su ingenioso plan? Pero se mantuvo en su papel, con sus grandes ojos falsamente llorosos fijos en Christina.
—Te lo suplico, Christina. ¿Quieres que me arrodille como esos tres hombres para que me perdones?
Christina no se inmutó. Su voz era fría y plana.
—Adelante, arrodíllate si eso es lo que quieres.
A Liza se le encogió el pecho. ¿Cuándo se había vuelto tan fría Christina? La chica que ella recordaba era dulce, fácil de culpar por cualquier cosa. Ahora estaba allí de pie, como una estatua.
.
.
.