De Exesposa Humilde a Magnate Brillante - Capítulo 312
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 312:
🍙🍙 🍙 🍙 🍙
Sin dudarlo, Christina sacó su teléfono y miró de reojo a Dylan, que seguía inconsciente en la cama del hospital. Su expresión se endureció. Dio media vuelta y salió de la sala, marcando el número de Davina mientras caminaba.
—Envía al equipo de limpieza al hospital Kitaso ahora mismo —ordenó Christina en voz baja—. Hay un cadáver que debe desaparecer. Y quiero saber exactamente para qué organización trabajaba este asesino.
—Entendido —respondió Davina con voz firme y profesional, sin perder tiempo en alertar al equipo.
Después de organizar el equipo de limpieza, Davina volvió a llamar a Christina. Christina respondió, preparándose ya para una avalancha de preguntas.
—¿Qué ha pasado? —La voz de Davina estaba tensa—. ¿Iban a por ti? ¿Te han descubierto?
«No», respondió Christina, con voz tranquila pero firme. «Iban a por Dylan».
«¡Ah, claro! Casi se me olvida su situación. ¿Ha salido bien la operación?», preguntó Davina, cambiando de tono.
«La operación salió bien, Dylan está estable ahora», comentó Christina, con tono tranquilo pero enérgico. «Pero se corrió la voz. La organización envió a otro asesino para envenenarlo mientras se recuperaba».
La preocupación de Davina se agudizó. —¿Resultaste herida?
—Ni un rasguño. Pero no pude averiguar su nombre. Seguimos sin saber quién va tras Dylan.
Davina soltó un suspiro de alivio. —Sinceramente, no me importa nadie más. Mientras tú estés a salvo, nada más importa.
Christina sintió una oleada de calor en el corazón al oír las palabras de Davina. Pasara lo que pasara, sabía que Davina siempre estaría a su lado, feroz e inquebrantable, con una lealtad inquebrantable.
—¿Hola? Christina, ¿sigues ahí? ¿Me oyes? Di algo, ¿estás bien? —La voz ansiosa de Davina crepitaba a través del teléfono, con cada sílaba impregnada de preocupación.
A Christina se le escapó una risita. —Estoy bien, de verdad. No me ha pasado nada.
—Te quedaste en silencio de repente y me diste un susto de muerte —el alivio de Davina duró solo un segundo antes de que su tono se endureciera—. Tienes que mantenerte alejada de los líos de Dylan. Él no es responsabilidad tuya. Créeme, mezclarse con hombres nunca acaba bien. Y no intentes esquivar la pregunta: ¿te has enamorado de él? Para un amigo normal, ¿merece la pena arriesgar tu discreta identidad?
Visita ahora ɴσνєʟα𝓼4ƒ𝒶𝓷.𝒸ø𝗺 en cada capítulo
Sus palabras sonaron duras, nítidas, llenas de preocupación y con un toque de cautela.
Christina se quedó inmóvil por un momento, mientras resurgían los recuerdos del pánico que había sentido al enterarse de que habían disparado a Dylan. Sin embargo, razonó que no se trataba de un romance. Si Chloe o Davina hubieran estado en peligro, su reacción habría sido igual de feroz y su ayuda habría llegado con la misma rapidez.
La cara de Dylan apareció en la mente de Christina, y ella se tranquilizó. Una suave risa se le escapó. «Estás sacando conclusiones precipitadas. Si te hubiera pasado algo a ti o a Chloe, yo también estaría allí. Sois mis mejores amigos, y Chloe y Dylan merecen ser salvados en mi opinión. No dudaría por ninguno de vosotros. No tiene nada que ver con sentimientos románticos».
Davina se quedó en silencio un momento antes de preguntar: «¿Estás diciendo la verdad?».
Christina respondió sin dudar: «Por supuesto. Lo digo en serio».
«Entonces, ten cuidado y no corras el riesgo de revelar tu discreta identidad como asesina. Hay mucha gente ahí fuera esperando una oportunidad para matarte. En cuanto se descubra tu identidad, tendrás aún más enemigos que Dylan», advirtió Davina.
.
.
.