De Exesposa Humilde a Magnate Brillante - Capítulo 279
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Capítulo 279:
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Vanessa dudó, la ansiedad tensándole los rasgos. —Lo que intento preguntarle es… La marca en la sien de mi hija y su voz, ¿podría…?
Sin perder el ritmo, Christina volvió a centrarse en la herida de Eloise, con voz baja y firme. «No hay por qué preocuparse, señora Hubbard. Volverá a hablar. La marca y la cicatriz desaparecerán con el tiempo».
Levantando la cabeza, Christina miró directamente a Vanessa, con cada sílaba resonando con certeza. «Se lo prometo».
Esa simple promesa, pronunciada con tanta confianza, resonó en la habitación, dejando a todos atónitos, sin aliento.
Todos los hospitales habían fracasado en su intento de determinar qué había provocado el mutismo de Eloise. Docenas de especialistas habían declarado que el caso de Eloise era desesperado: su voz se había perdido para siempre, insistían. Sin embargo, ahora aparecía Christina, declarando con calma que podía curar a Eloise.
La conmoción se extendió por la sala, mezclada con una profunda sospecha. Christina había afirmado que era veterinaria. Ni una sola vez había insinuado que tratara a seres humanos. Nada en su aspecto —su juventud, su aparente falta de pacientes humanos— se ajustaba a la idea que cualquiera tenía de un prodigio de la medicina. Y, sin embargo, irradiaba una autoridad tranquila que atraía a la gente, haciendo casi imposible no creerla. Carson no pudo evitar estudiar a Christina, sopesando cada gesto. Si realmente podía curar a Eloise, tal vez fuera una especie de milagrosa.
Vanessa miró a Omar, con los ojos muy abiertos y una esperanza que apenas se permitía sentir.
—Señorita Jones, ¿está realmente segura de que mi hija podrá volver a hablar?
—Lo estoy —respondió Christina, con voz firme como una roca y la mirada inquebrantable.
Las manos de Vanessa temblaban mientras se aferraba a esa posibilidad. —¿Cuánto tardará en recuperar la voz?
Con mi plan de tratamiento, empezará a hablar de nuevo en una semana —respondió Christina con mesurada confianza—. Pero tendrá que tomárselo con calma. Sus cuerdas vocales están frágiles, así que debe descansar la voz. A finales de mes, debería volver a la normalidad».
Por supuesto, el verdadero peligro no era solo el daño ya hecho, sino evitar que alguien volviera a envenenar a Eloise. Pero Christina se guardó esa preocupación para sí misma. No iba a revelar sus sospechas, no con Carson tan cerca. La gravedad de la situación exigía una conversación privada, una que solo debía pertenecer a la familia Hubbard, con tanto en juego para Eloise y todos los miembros de su linaje. Si el envenenamiento de Eloise empeoraba, sería más que una simple tragedia. Las consecuencias podrían extenderse y afectar a todos los rincones de su mundo.
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La voz de Omar temblaba. —¿De verdad? —Parecía como si el suelo se hubiera desvanecido bajo sus pies.
—Sí —Christina asintió con firmeza, irradiando una tranquila seguridad.
La emoción embargó a Vanessa y Omar, tan intensa que apenas podían hablar. Intercambiaron miradas, abrieron la boca para responder, pero se quedaron sin palabras, jadeando en silencio, abrumados.
Mientras tanto, Elliott no podía apartar la mirada de Christina. Algo en su presencia había cambiado por completo el ambiente, como un rayo de sol que atravesaba la niebla de la incertidumbre. Dondequiera que ella estuviera, la habitación parecía más nítida, más clara, casi esperanzada.
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