De Exesposa Humilde a Magnate Brillante - Capítulo 278
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Capítulo 278:
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—Papá, me he pasado —murmuró Bruno, obligándose a parecer arrepentido mientras se enfrentaba a la familia Hubbard—. Lo siento. Es solo que… la situación de Eloise me ha superado.
Omar lo despidió con un gesto enérgico. —Ya basta. Todos vosotros, esperad en el vestíbulo interior.
Nadie de la familia Happer se atrevió a protestar. Rebosantes de frustración, siguieron a Omar, con un resentimiento palpable en el aire mientras abandonaban el salón de banquetes.
En cuanto se cerró la puerta tras ellos, Christina se movió con una concentración silenciosa y experta. Esterilizó el bisturí, y el ligero olor a antiséptico se extendió por el aire tenso, y luego presionó la hoja contra la frente de Eloise, justo en el lugar donde el veneno se había acumulado bajo la piel.
Carson se mantuvo cerca, con todos los músculos tensos y los ojos entrecerrados en señal de concentración. Desde que se enteró de la conexión de Christina con Calvin, su escepticismo había dado paso a un respeto a regañadientes, y ahora se apresuró a preparar la siguiente ronda de medicación, listo para ayudar en cualquier momento.
Cuando el bisturí de Christina atravesó limpiamente la piel de Eloise, un líquido viscoso y nauseabundo brotó de la incisión, un líquido verdoso oscuro que no se parecía en nada a la sangre normal.
Carson sintió que se le revolvía el estómago al verlo. Si no hubiera estado allí, presenciando cómo el extraño líquido brotaba de la herida de Eloise, habría pensado que se trataba de un montaje elaborado, un truco de magia.
Cuando Omar regresó, ya se había formado una pequeña montaña de gasas ensangrentadas en la bandeja, cada trozo manchado de ese verde antinatural.
Omar miró desconcertado. Si Vanessa no le hubiera explicado en voz baja lo que había sucedido, habría dudado de sus propios ojos. Su voz temblaba cuando se volvió hacia Christina.
—¿Por qué… por qué la sangre de mi hija tiene ese aspecto?
—Sufre un envenenamiento poco común. Esa mancha oscura no es una marca, es una acumulación de toxinas —explicó Christina con voz tranquila mientras guiaba el bisturí con precisión experta.
El rostro de Omar se ensombreció. —¿Toda su sangre es así? —preguntó preocupado.
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De inmediato, Vanessa, Elliott y Carson intercambiaron miradas tensas, cada uno de ellos comprendiendo al instante el verdadero significado de su pregunta. Uno por uno, todos dirigieron su atención hacia Christina, presionándola en silencio para que les dijera la verdad.
Sin detener su trabajo, Christina esbozó una sonrisa astuta.
«Han examinado a la señorita Hubbard muchas veces. Si toda su sangre tuviera este aspecto, ya habrían dado la alarma hace mucho tiempo».
Solo entonces levantó los ojos y miró directamente a Omar. —Me estabas poniendo a prueba.
Omar se sonrojó, sorprendido por la rapidez con la que Christina lo había descubierto. Tosió para recuperar la dignidad. —Sí, es cierto. Es mi hija, tenía que asegurarme de que estaba en buenas manos.
Los ojos de Christina brillaron con fría compostura mientras su mirada se posaba en ellos. —Entiendo que esté preocupado por la señorita Hubbard. Pero no tiene por qué cuestionar mis intenciones. Ha sido envenenada, no hay duda.
Vanessa se inclinó hacia ella, con tono desesperado. —¿Podría curarla, señorita Jones?
—Por supuesto —respondió Christina con ligereza, como si prometiera curar un rasguño en la rodilla.
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