De Exesposa Humilde a Magnate Brillante - Capítulo 133
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos tres veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 133:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
«¿Te importaría que fuera contigo?», se atrevió a preguntar Elliott, probando suerte.
Antes de que Christina pudiera responder, una interrupción gélida cortó el momento. —No será posible.
Dylan apareció de repente, con la mirada fría como el hielo, seguido de Ralphy, con su habitual sonrisa pícara en el rostro.
Sintiendo cómo aumentaba la tensión, Elliott se encontró con la mirada de Dylan y percibió una hostilidad que no podía explicar.
Christina levantó las cejas, sorprendida. —¿Qué te trae por aquí, Dylan? La presencia de Dylan solo podía significar que se había enterado de que ella iba a correr esa noche. Ella no había intentado ocultar sus habilidades al volante, sobre todo con todos los espectadores que habían sido testigos de su actuación. Simplemente no estaba preparada para encontrarse con él allí.
Dylan mantuvo un tono tranquilo mientras explicaba: «Ralphy me dijo que tu amiga estaba compitiendo, así que pensé en pasarme por aquí».
Al principio, Dylan tenía la intención de intervenir si la amiga de Christina necesitaba ayuda, pero ver a Christina aparecer en persona lo había tomado por sorpresa. Un simple «Está bien» fue todo lo que Christina dijo en respuesta.
Cerca de allí, Ralphy no podía dejar de sonreír, con la mirada prácticamente clavada en Christina con admiración. —¡Señorita Jones, no tenía ni idea de que supiera correr así! ¡Las dos carreras anteriores han sido increíbles! ¡Ahora soy un fan incondicional!
Christina se sonrojó avergonzada. —Me estás dando demasiado crédito.
«Aunque no hubieras aparecido, Dylan se habría asegurado de que tu amiga no perdiera». La sonrisa de Ralphy se amplió aún más.
Para intentar aliviar la incomodidad, Christina miró a su alrededor. «Bueno, ya que estamos todos aquí, ¿qué tal si pedimos pizza para todos?». El hecho de reunirse en grupo ya estaba empezando a atraer las miradas de los transeúntes.
En perfecta sincronía, Dylan y Elliott aceptaron. «Suena bien».
Al segundo siguiente, los dos hombres intercambiaron miradas gélidas, sin ocultar que no se caían bien.
Ni el aire autoritario de Dylan ni la calma inquebrantable de Elliott se inmutaron lo más mínimo. Sus miradas se cruzaron en un desafío silencioso, sin que ninguno de los dos estuviera dispuesto a mostrar debilidad.
Úʟᴛιмσѕ cαριᴛυʟσѕ єɴ ɴσνє𝓁a𝓈𝟜𝒇𝒶𝓃.𝒸o𝓂
La tensión era tan palpable que parecía que fuera a estallar en cualquier momento.
Christina intentó desviar la conversación. —¿Dónde habéis dejado los coches?
Ambos respondieron al mismo tiempo: «El conductor ya se los ha llevado a casa».
La respuesta dejó a Christina parpadeando, momentáneamente desconcertada. ¿Simplemente habían dejado que sus conductores se llevaran los coches? ¿De verdad pensaban volver a casa andando desde allí?
No parecía que estuvieran mintiendo, así que Christina centró su atención en Ralphy. «¿Has venido conduciendo?».
Ralphy se encogió de hombros con indiferencia. «No, he venido en coche compartido. No he traído el mío».
El rompecabezas de los asientos se complicaba cada vez más. Christina barajaba opciones en su cabeza. Su coche tenía capacidad para tres pasajeros, pero meter a todos, sobre todo con los chicos que medían más de metro ochenta, iba a ser todo un reto. El deportivo de Davina no servía de mucho, ya que solo tenía sitio para un pasajero.
Davina intervino en ese momento, resolviendo el dilema. «¿Qué tal esto? Elliott y yo iremos en el coche de Christina».
.
.
.