De Exesposa Humilde a Magnate Brillante - Capítulo 1296
✨ Nuevas novelas cada semana, y capítulos liberados/nuevos dos veces por semana.
💬 ¿Tienes una novela en mente? ¡Pídela en nuestra comunidad!
🌟 Únete a la comunidad de WhatsApp
📱 Para guardarnos en tus favoritos, toca el menú del navegador y selecciona “Añadir a la pantalla de inicio” (para dispositivos móviles).
Capítulo 1296:
🍙 🍙 🍙 🍙 🍙
«¿Estás cansada?», preguntó Dylan con tono cálido y mirada tierna. Extendió la mano, le apartó un mechón de pelo detrás de la oreja y, en ese momento, el mundo entero se redujo hasta que solo quedó ella.
Ella pensó que él iba a sugerir un descanso, así que asintió con la cabeza. «Un poco. Vamos…».
Pero antes de que pudiera terminar, Dylan la levantó como si nada, acunándola en sus brazos como si ya estuvieran a medio camino del altar.
En el momento en que sus pies se separaron del suelo, Christina se sintió invadida por el pánico. Sin pensarlo, se aferró al cuello de Dylan, desesperada por mantener el equilibrio y sentir seguridad.
«Oye, bájame», dijo entre risas. «Todavía estamos bastante lejos de la villa. No me digas que realmente piensas llevarme en brazos todo el camino».
«Eso pienso hacer», murmuró Dylan, bajando la cabeza para darle un suave beso en la frente.
«¿Aún no estás cansado? Vamos, sé serio. Bájame.
Podemos volver juntos andando». Christina se movió entre sus brazos, luchando ligeramente por liberarse.
«No te muevas», dijo Dylan con una sonrisa cálida y afectuosa. «Me gusta abrazarte así. Una vez que vuelva a Dorfield, no podré volver a hacerlo. Así que déjame abrazarte mientras aún pueda».
Sus ojos oscuros se suavizaron, llenos de una ternura que parecía infinita. En ese momento, ella era todo lo que él veía.
—De acuerdo, tienes razón —admitió Christina en voz baja—. Pero… ¿seguro que no estás cansado?
La villa aún quedaba muy lejos y no podía evitar preocuparse por que él se agotara llevándola en brazos todo el camino.
—En absoluto —respondió Dylan, con un tono suave pero firme, mientras la miraba a los ojos.
Disponible ya en ɴσνєʟα𝓼4ƒ𝒶𝓷.c🍩𝗺 sin censura
Estar cerca de ella parecía reponerle fuerzas; su sola presencia le daba el impulso para seguir adelante.
—Si empiezas a cansarte, solo tienes que decirlo, ¿vale? Puedes bajarme y caminaremos juntos —murmuró ella con voz tierna.
—De acuerdo —respondió Dylan con una sonrisa cariñosa.
Sus voces se entrelazaban en una suave conversación, pasando con facilidad de un tema a otro. Incluso las cosas más tontas les hacían reír. Simplemente disfrutaban del momento, perdidos en la compañía del otro.
El paseo estuvo salpicado de risas. Suaves, cálidas y llenas de alegría tranquila.
Más tarde esa noche…
Una fuerte ráfaga de viento frío rozó a Besty, despertándola.
La superficie helada bajo ella la hizo temblar violentamente, despertándola por completo. Se incorporó rápidamente, con los ojos mirando a su alrededor con pánico.
En el instante en que vio a Terrence sentado tranquilamente en el sofá de cuero negro, una conmoción la recorrió. Su corazón latía tan fuerte que apenas podía respirar.
.
.
.